En declaraciones a Cope, Vitores señaló que "en el contexto de Jerusalem las dificultades son siempre muy actuales y vivas, pero se logra sobre todo vivir un ambiente de convivencia y de respeto al otro".

Aunque Maragall y Carod han dicho que ellos no querían molestar a nadie, a juicio de este franciscano, el uso que dan dado a la corona de espinas "ha sido un modo de llamar la atención sin respeto, no solo para los católicos sino para todos los cristianos y para esa convivencia que se intenta hacer en Jerusalem".

El vicecustodio cree que el presidente de la Generalitat y su socio "tuvieron poco sentido de la responsabilidad" y deberían pedir excusas a toda la gente de Jerusalem. "No sólo a los cristianos, sino a los palestinos, musulmanes y judíos".

Artemio Vítores recordó que un político no es un ciudadano normal, "tiene que dar ejemplo", y si se quiere la paz "esos gestos sobran". "Como franciscanos, somos gente confiada en los demás y no pensamos que lo hicieran por ir contra el mundo cristiano, pero les faltó ese sentimiento. A veces hay que tener un poco de responsabilidad y un poco saber donde está uno", concluyó.