Explicó que los jóvenes madrileños, "aun representando unas tasas de actividad, ocupación y paro en torno a la media del Estado, padecen una situación estructural de precariedad más pronunciada".

Destacó que este colectivo, que en 2000 representaba el 34% de los contratos indefinidos, en 2004 sólo aporta un 19% al total de los que tienen empleo de este tipo.

"Aunque la precariedad laboral de los jóvenes se incrementa en el conjunto del Estado, este incremento es mucho más acusado en Madrid, con resultados preocupantes con relación a la siniestralidad laboral", dijo Martínez, quien destacó que de los 22 accidentes mortales de este año, 11 corresponden a menores de 30 años.

Asimismo, manifestó que el empleo entre los jóvenes de 16 a 19 años se caracteriza por "una escasa actividad laboral, una baja tasa de ocupación y una alta tasa de paro. Los de 20 a 24 años tienen una tasa de actividad similar a la media, aunque una tasa de ocupación menor y una tasa de paro que duplica la media, y los de 25 a 29 años, una tasa de actividad y de empleo por encima de la media, y de paro, algo menor que la media".

"Esta compleja situación en el empleo de los jóvenes madrileños afecta consecuentemente a su desarrollo personal y a su proceso de emancipación", dijo, ya que "la inestabilidad y los bajos salarios producen una inevitable inseguridad que atenaza a los jóvenes en su salida del hogar familiar".