Ello, minutos antes de que dé comienzo el debate de las enmiendas a la totalidad presentadas por las tres formaciones políticas citadas. De prosperar alguna, la norma será devuelta al Ejecutivo y, salvo sorpresa, así será, pues Junts mantiene su rechazo.

La medida, apoyada por los sindicatos, pero rechazada por CEOE y Cepyme, es una de las principales iniciativas de Yolanda Díaz para la legislatura y ya ha advertido de que volverá a intentar aprobarla.

En la protesta ante el Congreso, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, acompañado por el líder de CCOO, Unai Sordo, alertó de que hay quienes “no quieren que avance la reducción del tiempo de trabajo” porque significaría que colectivos como el de la limpieza o la hostelería trabajaran unos 14 días menos al año.

Explicó que la reducción de la jornada la apoyan los votantes de todos los partidos y previno de que esa es “la fuerza que tenemos que utilizar las organizaciones sindicales”.

“Puede ser que haya gente que piense que como yo ya hago treinta y cinco, hago treinta y siete o hago treinta y ocho, no me afecta. No es verdad. Nos afecta a todas y a todos porque las organizaciones sindicales planteamos esta batalla para bajar la jornada en general”, ahondó Álvarez, antes de poner como objetivo definitivo las 32 horas semanales.