En este sentido la entidad propone cinco actividades de reminiscencia que permiten disfrutar de momentos conjuntos entre pacientes y familiares a la vez que se mejoran las habilidades de la persona con demencia.

En primer lugar, la música tiene un gran poder para evocar los recuerdos en las personas con alzhéimer y hace que se lleven al presente momentos vividos. Ceafa señaló que en Navidad los villancicos o canciones tradicionales son uno de los elementos que más puede ayudar a conectar con el entorno. “Esa conexión contribuye a ejercitar la memoria en personas que padecen algún tipo de patología cognitiva leve”, comentaron desde Ceafa.

Otra actividad que es típica de las fechas navideñas es repasar el álbum de fotografías antiguas. Ver objetos y personas de la vida cotidiana de antaño hace que las personas con alzhéimer puedan contar y compartir experiencias del pasado, lo que hará que la se sientan escuchadas, potenciando su bienestar y estabilidad emocional.

Las fiestas navideñas también implican gran cantidad de aromas y sabores que evocan recuerdos de la infancia con facilidad. “La cocina es un gran elemento de conexión y de trabajo terapéutico para las personas con deterioro cognitivo leve”, apunta la entidad.

Por otro lado, la confeceración indicó que la Navidad está llena "de luz y color, lo que a veces puede ser un sobre estímulo para las personas con alzhéimer. Sin embargo, existen ciertos elementos como el árbol de Navidad o el Belén que son clave en estas fiestas y siempre es buena idea implicar a la persona con alzhéimer en la decoración de la casa con guirnaldas”.

Otra de las herramientas terapéuticas más útiles son los juegos tradicionales de mesa, las cartas o los puzles. “Además, para las personas en estadíos leves y moderados de la enfermedad, la Skill ‘Memoria’ creada a iniciativa de Ce junafato con Amazon Alexa, también ayuda a la estimulación cognitiva con ejercicios sencillos relacionados con el lenguaje, la memoria o el cálculo y favorece la reminiscencia”.

Por último, Ceafa también recordó que adaptar las celebraciones a la fase de la enfermedad es clave para el bienestar del paciente y los familiares. “Debemos tratar de asegurar el máximo bienestar de las personas con alzhéimer en unas épocas en las que se rompen rutinas y se visita a personas que no están familiarizadas con la enfermedad”, concluyeron.