Así lo manifestó Cemudis a través de un comunicado y con motivo del Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el 25N. La entidad también difundió su manifiesto ‘Cuidar en red: compromiso frente a la violencia de género digital’ en el que exigió “respuestas urgentes y específicas” ante el aumento de este problema.

La violencia digital no es virtual, sino que es “real”, y tiene consecuencias “devastadoras” en la salud mental, la seguridad y la participación social de las mujeres con discapacidad, según aseguró la presidenta de Cemudis, Marta Valencia.

La organización recordó que la violencia de género digital adopta múltiples formas, desde el ciberacoso, la sextorsión y la difusión de imágenes sin consentimiento, hasta los ‘deepfakes’ sexuales o el uso abusivo de herramientas de geolocalización en aplicaciones cotidianas que se convierten en instrumentos de control silencioso.

Valencia señaló que el impacto de esta forma de violencia digital no se limita a la inmediatez de la agresión, sino que su “difusión, permanencia y alcance” multiplican sus consecuencias, generando un “mayor daño, aislamiento y exposición” para las mujeres y niñas con discapacidad.

Además, Cemudis reclamó el reconocimiento jurídico integral de la violencia de género digital, con recursos suficientes para su prevención, atención y sanción, así como la incorporación transversal de la discapacidad en las políticas públicas de igualdad y en el desarrollo tecnológico.

También, la entidad subrayó la necesidad de una educación digital con perspectiva de género e inclusiva, “esencial” para la prevención de violencias y el empoderamiento, junto con la creación de mecanismos ágiles y accesibles para denunciar y eliminar contenidos difundidos sin consentimiento y la certificación de espacios digitales seguros donde mujeres con discapacidad participen sin miedo.

Del mismo modo, Cemudis instó a las instituciones a garantizar la eliminación de contenidos violentos, promover la formación sobre riesgos tecnológicos y conductas adictivas, y asegurar el acceso tecnológico en igualdad, especialmente en zonas rurales, donde persisten dificultades de acceso a los recursos.

También exigió revisar y adaptar los sistemas de protección frente a la violencia machista para que sean “accesibles, fiables y eficaces”, así como reforzar el papel de las entidades sociales que trabajan en sensibilización, prevención y apoyo directo a las víctimas, dotándolas de recursos estables. La entidad reivindicó que la protección es un “derecho, no una opción, y solo una sociedad digital inclusiva y segura garantiza la igualdad real”.

La embajadora de ‘#LoVirtualEsReal’, la campaña de Cemudis y Cocemfe -y el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030-, Regina Martínez, sostuvo que la violencia machista digital se “da todos los días, a todas horas”, con comentarios “despectivos y ofensivos” contra las mujeres con discapacidad para sexualizarlas por su género y su discapacidad.

Finalmente, Martínez pidió más visibilidad para las víctimas de violencia machista con discapacidad y que sean escuchadas, así como que se promueva un mundo digital en el que puedan estar las mujeres “sin miedo, ni odio, ni capacitismo y sin violencia”.