A ese problema de pérdida de cabello o deterioro en la piel hay que añadir la dificultad que tienen muchos pacientes para conseguir una peluca, cuyo precio puede superar los 400 euros.

Dos docentes del IES El Cabanyal, Rocío Pérez y Pilar García, decidieron realizar un curso de tratamientos estéticos oncológicos a través de Cefire. Plantearon un proyecto en su centro educativo para convertirse en un banco de cabello en el que serían los propios estudiantes de peluquería quienes hicieran la recolección. En un paso más, los estudiantes del ciclo de tratamientos especiales serían los encargados de fabricar las pelucas.

La iniciativa pasó enseguida a contar con el apoyo de CaixaBank Dualiza gracias al convenio firmado por esta entidad con la Generalitat Valenciana para apoyar la Formación Profesional. Pero además, sumó rápidamente a otros 13 centros educativos que se convirtieron en una red de recogida de cabello.

En total, cerca de 15 docentes y unos 200 estudiantes trabajan en este proyecto con el que se podrán facilitar cerca de un centenar de pelucas a personas que las necesiten.