Según detalló la energética este miércoles, a través de estas acciones evitará el consumo de 350 toneladas de plásticos vírgenes, lo que también conllevará una reducción de emisiones de 430 toneladas anuales de CO2.

La compañía, además de haber realizado modificaciones en la composición de sus envases de uno, cuatro y cinco litros, que se reciclan en el contenedor amarillo, sustituirá próximamente los actuales bidones de plástico de 20 litros por otros metálicos.

Asimismo, los envases de tamaño más reducido comenzarán a emplearse en la nueva línea de fabricación y envasado de lubricantes en San Roque, que también representa una mejora en términos de eficiencia y reducción del consumo energético, demostrando el compromiso creciente de Cepsa con la sostenibilidad.

Cepsa comenzó en 2018 a emplear envases con un 30% de plásticos reciclados, convirtiéndose así en una de las primeras empresas energéticas en implementar esta medida.

La compañía ha anunciado recientemente sus nuevos objetivos de economía circular. Se compromete a aumentar en un 50% la circularidad de los residuos generados por sus operaciones en 2030 en comparación con los niveles de 2019. Este compromiso implica la reducción, el reciclaje y la valorización de 8.000 toneladas de residuos en sus principales centros industriales en Andalucía.