Según informa la Dirección General de Tráfico (DGT) en su revista "Tráfico y Seguridad Vial", esto supone que cerca de un millón de toneladas anuales son tratadas en los centros autorizados de tratamiento de vehículos, al situarse el peso medio del coche que se comercializa en España en torno a los 945 kilos.

En total, en España existen 731 centros de este tipo, que dan cobertura a prácticamente todo el territorio nacional y que se encargan de descontaminar, reciclar y dar de baja al vehículo.

Las piezas de segunda mano cuestan, por término medio, un 30% de su valor inicial, aunque el precio depende de la demanda. El 80% de los clientes de los centros de tratamiento de vehículos son talleres de reparaciones, que tienen el deber de comunicar a sus clientes que las piezas que emplean son de segunda mano.

Los materiales de que se compone un vehículo son, mayoritariamente, metales (76,5%), entre acero (60%), aluminio (9%), hierro (6,5%) y cobre (1%). Además, los vehículos incluyen plásticos y gomas (15,5%), vidrios (3%), fluidos (0,90%) y otros materiales (4,1%).

Tras su limpieza y puesta a punto, las piezas que quedan fuera de uso y vuelven a comercializarse son motores, cajas de cambio, elevalunas, puertas, capós, salpicaderos, asientos o faros, entre otras.