Schauble, que es parapléjico desde hace diez años debido al ataque de un perturbado, "ha recibido, con este ministerio, la coronación a su brillante carrera política", aseguró Pérez Bueno.

"El hecho de que una persona con discapacidad desempeñe un cargo tan relevante para el panorama político alemán, europeo e incluso mundial, resulta satisfactorio. No tanto por el hecho de que, al ser discapacitado, vaya a tener un mayor compromiso con el colectivo, sino por cuanto la discapacidad se hará visible en el ejercicio de su cargo y se normalizará su imagen", explicó el director ejecutivo del CERMI.

"La ciudadanía, al final del mandato, le juzgará por su gestión, al margen de su condición de discapacitado, pero es innegable que este nombramiento lleva un plus de normalización de la imagen de la discapacidad que es de agradecer", apostilló Pérez Bueno.