La muestra, que se inauguró en el marco de la Semana Cervantina, reúne un centenar de los legados que han sido entregados en alguna de las 1.800 cajas de seguridad desde que el escritor Francisco Ayala inauguró el ritual en 2007, según informó el Cervantes.

La vitrina que muestra el legado de Francisco Ayala, premio Cervantes 1991, está dedicada ex profeso a los ganadores del máximo galardón de las letras españolas, como Rafael Sánchez Ferlosio, Ida Vitale, Sergio Ramírez, Ana María Matute, Jorge Edwards, José Emilio Pacheco o Luis Mateo Díez.

Eduardo Mendoza, que comparte espacio en la exposición con los demás premios Cervantes, desveló al dejar su legado en 2017 el espíritu de esta cápsula del tiempo. A su juicio, “la única cosa que puede pervivir después de la desaparición de las personas es su memoria”, por lo que “hago entrega de este objeto con la esperanza de que desde dentro de su caja alargue un poco la desaparición de mi recuerdo”.

"SÍMBOLOS"

Los legados, que nunca han salido de sus cajetines de la Caja de las Letras, representan “símbolos de una vida completa dedicada a la literatura, al arte, a la música, al cine, al teatro, al periodismo o a la ciencia; en definitiva, a la cultura en español”.

Así pues, los objetos depositados por la científica Margarita Salas, el escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, la poeta nicaragüense Claribel Alegría, el cantautor argentino Atahualpa Yupanqui, la escultura Cristina Iglesias, el escritor cubano Leonardo Padura, el músico Cristóbal Halffter, el poeta Joan Margarit o los músicos Joaquín Sabina y Miguel Ríos se muestran por primera vez al público fuera de las cajas donde fueron guardados.

Este “patrimonio de la memoria de las culturas hispánicas” alberga, entre muchas otras piezas, la máquina de escribir del escritor Nicanor Parra, la caja de música y una flauta de la niñez del editor Mario Muchnik, el reloj del hispanista John Elliot que compró con 16 años con el dinero obtenido por su primer libro, el anillo del padre del bailarín Víctor Ullate, unas zapatillas de baile de la bailarina cubana Alicia Alonso o la pulsera de latón que el padre de la escritora mexicana Elena Poniatowska llevaba mientras combatía en la Segunda Guerra Mundial.

La exposición también muestra una selección de legados ‘in memoriam’, como los de Gabriel García Márquez, compuesto por una arqueta con tierra de su casa natal en Aracataca; la pipa y uno de los bolígrafos con los que Antonio Buero Vallejo escribía sus obras dramáticas; el del poeta Miguel Hernández, conformado por una primera edición de su poemario más temprano: ‘Perito en lunas’ (1933); o las tarjetas postales manuscritas y enviadas durante sus viajes a su esposa por el antedicho Atahualpa Yupanqui.

A su vez, se mostrará el contenido del legado de la princesa Leonor, compuesto por el ejemplar de la Constitución cuyo primer artículo leyó el 31 de octubre de 2018 en la sede del Cervantes y el tomo del Quijote que leyó junto a la infanta Sofía en el Día Internacional del Libro 2020.

LEGADOS DE MUJERES

Las mujeres ocupan un espacio destacado en la Caja de las Letras. Prueba de ello es que desde 2022, con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Cervantes celebra esta fecha con un legado colectivo depositado por mujeres.

Desde 2022 han depositado sus respectivos legados las artistas Cristina Iglesias y Lita Cabellut, las escritoras Gioconda Belli, Laura Restrepo, Rosa Montero y Maruja Torres, la lexicógrafa María Moliner, las actrices Aitana Sánchez-Gijón y Marisa Paredes, la investigadora María Vallet-Regí, la cantaora Carmen Linares, la exdirectora del Cervantes Carmen Caffarel y la cantautora Rosa León.

También, en este caso ‘in memoriam’, los de la periodista y escritora Carmen de Burgos, la escritora y activista María Lejárraga y la filósofa María Zambrano. Muchos de los legados de estas mujeres podrán verse en la exposición.

Uno de los legados que más llama la atención es el depositado en la caja número 1722, en el que se custodian las cartas, poemas, escritos y dibujos que personalidades, políticos, ciudadanos anónimos y escolares dedicados a Antonio y Manuel Machado. Además, se expone una urna con tierra procedente de tres ciudades con impronta machadiana: Sevilla, donde ambos nacieron; Madrid, donde residieron; y Colliure, donde Antonio Machado murió en el exilio y está enterrado.