Sarazá, nombrado a propuesta de IU, insistió en que el único detonante de su renuncia ha sido la presencia del vocal Pascual Estevill, del que dijo que es una persona "que entraba perfectamente dentro de lascausas de remoción" y que, a su juicio, mantenía un actitud pública "que estimo que no era oportuna en un momento en el que todo el mundo en este país, todos estamos clamando por una dejación de las corrupciones".

Matizó que no conocía a Pascual Estevill antes de que fuera nombrado vocal en noviembre de 1994 y que "por tanto, cuanto haya ocurrido antes en Cataluña yo no lo conocía". Agregó que sólo solicitó su remoción del cargo cuando tuvo conocimiento oficial de sus implicaciones en varias causas juiciales, tras ser admitida a trámite una querella contra el vocal en julio pasado.

Por ello, calificó de "malnacido" a cualquiera insinúe que "yo he actuado por indicación política o por un planteamiento de votar o dejar de votar a determinados magistrados del Tribunal Supremo para un caso concreto".

"Puedo asegurarles a ustedes que en mi ánimo sólo ha estado lo que he dicho y por tanto cualquier interpretación espuria de lo que he dicho debe atribuirse a mala intención del que así lo estima", inistió.

Tras despedirse de la prensa y agradecer a los medios de comunicación su colaboración, anunció que cuando se publique su cese se trasladará a Córdoba, su ciudad de origen, donde trabajará en su despacho de abogados. "Me voy con la conciencia tranquila a casa y lo que pueda ocurrir lo viviré desde fuera y lo viviré sintiéndolo", concluyó.