Este chip será insertado en uno de los zapatos del enfermo de tal forma que sea imperceptible para el paciente. Se trata de un detector electrónico que indicará a los trabajadores del asilo cuando el enfermo se acerque a la puerta o al ascensor.

Los trabajadores podrán entonces bloquear las puertas para que el enfermo no pueda salir, evitando así que se pierda por las calles y sufra un accidente.

"Este invento dará más libertad a los enfermos ya que no tendrán que estar viilados constantemente. Podrán hacer lo que quieran dentro del recinto siempre que no intenten salir al exterior", comentó M. Ferwerda, director del asilo.

Los familiares de los 50 ancianos que viven en este asilo de Veendam, han felicitado a los responsables por su idea. Las autoridades de La Haya tampoco han puesto ninguna objección al invento ya que no lo consideran una intromisión en la libertad de los enfermos.