Estos datos figuran en el barómetro del CIS del mes de mayo, en el que se hace un estudio monográfico sobre la Unión Europea. En él destaca que e 34 por ciento de la población cree que la UE puede solucionar el problema español del paro, frente al 56,1 por ciento de los entrevistados que no tienen confianza en ello.

Los ciudadanos depositan su confianza para solucionar este problema en el Gobierno español en el 59 por ciento de los casos, frente a sólo un 12 por ciento que tienen despositada su cofianza en la Comisión Europea.

En los últimos años se está afianzando la idea de que España se ha beneficiado más que perjudicado de su pertnencia a la UE. El 55 por ciento cree que ha sido más positiva y el 14 por ciento la considera más negativa. en 1994, sólo el 48 por ciento creía buena la pertenencia a la UE y en 1997 esa cifra subió al 50 por ciento.

Los ciudadanos españoles consideran que los sectores más beneficiados por el ingreso han sido la introducción de nuevas teconologás (69 por ciento), las infraestructuras, carreteras y obras públicas (67 por ciento), la cultura (60 por ciento) y las oportunidades de encontrar trabajo (1 por ciento).

En cambio han salido perjudicados los precios (45 por ciento) y los salarios (24 por ciento). Por sectores económicos, los más beneficiados han sido el turismo (75 por ciento), el comercio (60 por ciento) y la industria (45 por ciento).

Los más perjudicados por la incorporación de España a la Unión Europea han sido para los encuestados por el Cis la agricultura (61 por ciento), la pesca (61 por ciento) y la ganadería (58 por ciento).

En esta línea son un 65 por ciento delos españoles los que piensan que aún existen notables diferencias entre España y otros países más desarrollados de los Quince, aunque perciben que las diferencias se van acortanto en el 55 por ciento de los casos.

Los españoles siguen considerándose preferentemente españoles (62 por ciento), frente al 6 por ciento que se considera europeo y al 23 por ciento que se siente europeo y español a partes iguales.

En relación a la implantación de la moneda única, los españoles quieren mayoritariamene (50,4 por ciento) la permanencia de la peseta por cuestiones sentimentales como indicó el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, que presentó el estudio.

Sin embargo, una vez implantado el euro el 41 por ciento entienden que será beneficioso, frente al 26 por ciento que lo consideran perjudicial. El 27 por ciento teme que los precios suban por encima de los ingresos y sólo el 14 por ciento piensa que serán los salarios los que crezcan por encima de los precios.

or todo ello, el 32 por ciento cree que la implantación del euro reportará más costes que beneficios y el 27 por ciento opina que será al revés.

En opinión del 42,5 por ciento de los españoles, el Gobierno de José María Aznar defiende bien o muy bien los intereses de España, el 36 por ciento opina que lo hace regular y el 12,4 por ciento considera su gestión mala o muy mala.

Finalmente, el 44,5 por ciento cree que el presidente de Gobierno español tiene bastante o mucho prestigio en la Unión uropea, frente al 42,5 por ciento que considera que tiene poco o ninguno.