Así lo defendió su presidente, Francisco Pascual, en un comunicado en el que admitió que le “hubiera gustado" que el plan "hubiera obtenido un amplio consenso" por parte de las comunidades autónomas para su posterior aplicación.

A su juicio, supone “un paso adelante necesario para avanzar en la prevención del tabaquismo y en la adopción de nuevas medidas ajustadas a la realidad actual sobre el consumo de tabaco y otros productos similares”, por lo que trasladó el “respaldo total” del Comité y de las entidades que lo integran a la “apuesta decidida” del gabinete de Mónica García “por avanzar en la lucha contra el tabaquismo y por defender la salud, que cuenta con un amplio consenso científico y social”.

En este sentido, también destacó el “amplio respaldo” que dicho plan ha generado desde el punto de vista científico y sanitario, con el “apoyo” de entidades de pacientes, sociedades científicas, colectivos “implicados” con la salud o asociaciones de estudiantes.

A partir de ahora, para el doctor Pascual, “es el momento de avanzar en la prevención del tabaquismo para acercarnos a los objetivos que se plantea Europa y también la OMS para reducir la prevalencia de consumo al 5% en 2040 para conseguir una generación libre de humo, tabaco y nicotina”.

MEDIDAS CLAVE

El Comité subrayó que el plan de Sanidad contempla “medidas clave”, entre las que citó la regulación de los nuevos productos de tabaco, nuevos espacios libres de humo y una mayor fiscalidad y control publicitario y resulta “esencial” para “avanzar en la protección de la salud pública de los ciudadanos y, especialmente, de los jóvenes”.

“Apelamos a una acción decidida que impulse la reforma legislativa y dotación presupuestaria necesarias, asegurándose así que se convierta en una realidad efectiva en la lucha contra el tabaquismo”, abundó.

Por último, emplazó a “no pasar por alto” que el tabaco “es la principal causa prevenible de mala salud y el mayor perjuicio para la salud pública”, así como el “principal factor de muertes evitables” y que está “directamente vinculado con más de 15 tipos de cáncer”, hasta el punto de que, según la Asociación Española Contra el Cáncer, la eliminación de su consumo podría reducir hasta en un 30% los casos diagnosticados en España.