Así se puso de manifiesto este martes en el transcurso de un webinar bajo el título ‘Desvelando Estrategias Innovadoras. Enfrentando el Tabaquismo desde la Medicina Preventiva y la Salud Pública’, en el que intervinieron el presidente del CNPT, Francisco Salvador Pascual; el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, presidente de la Sempspgs y experto en Tabaquismo, Manuel García De la Vega y el vicepresidente del CNPT y médico de familia, Vidal Barchilón, según precisó la organización en un comunicado.

La sesión 'online' comenzó con la intervención del presidente del CNPT, Francisco Salvador Pascual, quien alertó de los retos que todavía tiene que afrontar España para reducir la prevalencia del consumo de tabaco hasta un 5% en el año 2040.

Entre ellos, abogó por actualizar y poner en marcha el Plan Integral de Tabaquismo, como punto de partida de una legislación “actualizada que sustituya o complemente a la de 2010”. Para ello precisó que se han elaborado documentos de consenso como es el Endgame y la declaración de Madrid del año 2023 y se ha aprobado un Real Decreto para cumplir con la normativa europea.

En este sentido, el presidente del CNPT destacó que se trata de “equiparar a todos los efectos, tanto de control, de regulación, de venta y de fiscalidad, el tabaco calentado frente al tabaco tradicional, ya que se entiende que como mínimo se está utilizando la misma sustancia, es decir el tabaco con la nicotina correspondiente y, por lo tanto, con la posibilidad de causar adicción y enfermedades tanto cardiopulmonares como cancerígenas”.

NO QUEDARNOS ATRÁS EN LA LUCHA

“No podemos quedarnos atrás en la lucha contra el tabaquismo, ya que el éxito depende en gran parte de las medidas legislativas aplicables”, abundó, convencido de la importancia de que “todas las medidas fuesen consensuadas con los distintos grupos parlamentarios, con los partidos políticos y con la sociedad en general”.

En la misma línea, Manuel García de la Vega, hizo hincapié en la importancia de prevenir el consumo de tabaco y alertó sobre los riesgos de las pipas de agua y vapeadores. Durante su intervención indicó la urgencia de prevenir el inicio del consumo de tabaco, especialmente entre los menores de entre 11 y 17 años, y subrayó los riesgos asociados al uso de las cachimbas o pipas de agua.

"Su uso es tan nocivo como fumar cigarrillos. Las cachimbas representan un riesgo para la salud tanto de fumadores activos como pasivos. En ningún caso deben considerarse una alternativa segura al tabaco, ya que una sesión con estas pipas equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo”, sentenció.

A este respecto, puntualizó que el humo de las cachimbas contiene niveles “elevados” de monóxido de carbono (CO), metales pesados y sustancias cancerígenas, “aumentando significativamente el riesgo de desarrollar cáncer o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”. Además, también resaltó el riesgo “añadido” de contraer infecciones al compartir boquillas.

VAPEADORES

Por lo que se refiere a los vapeadores, García de la Vega recordó que, aunque la “mayoría” contiene nicotina, “incluso aquellos sin nicotina contienen sustancias dañinas para los pulmones, como propilenglicol y glicerina”. "El problema radica en su atractivo para los jóvenes, con una variedad de sabores que los hacen irresistibles" advirtió, al tiempo que agregó que su uso "continúa expandiéndose peligrosamente", convencido de que dejar de fumar “es el tratamiento fundamental en cualquier patología pulmonar" para prevenir el cáncer de pulmón, vinculado en un 90% de los casos con el tabaquismo.

Por su parte, Vidal Barchilón Cohen analizó el impacto del tabaquismo en la morbimortalidad de la población, la importancia y efectividad de la intervención en tabaquismo y el peso específico de la intervención desde Atención Primaria y otros niveles asistenciales.

En este contexto, a su juicio, “uno de los principales problemas” en ese abordaje es el “escaso riesgo” percibido por los adolescentes sobre el uso de cachimbas y cigarrillos electrónicos. “Es clave aumentar esa percepción del riesgo a través de la difusión adecuada de lo que supone para la salud el uso de estos dispositivos, que son una puerta de entrada al mundo del tabaco", sentenció.

Barchilón Cohen concluyó su intervención comentando que “a pesar de las evidencias”, la intervención en tabaquismo “es muy deficitaria en todos los niveles asistenciales, incluso en la Atención Primaria”. “Si bien los profesionales de Atención Primaria en España no disponemos de mucho tiempo para atender a nuestros pacientes, sí disponemos de muchas ocasiones y llegamos a una proporción de la población fumadora sólo superada por los medios de comunicación de masas”, resolvió.