Flores justificó el reciente acuerdo de la Conferencia Sectorial de Consumo para implantar un documento o contrato de compra que responsabilice a los estableciientos que venden coches usados de la veracidad de los datos del vehículo, en la gran cantidad de reclamaciones que genera esta actividad y en que el coche usado es un bien de consumo caro y, sin embargo, no dan la información adecuada.

"Estas afirmaciones son absolutamente improcedentes", dijo Sánchez Torres a Servimedia, quien dejó claro que "Ganvam está totalmente de acuerdo en clarificar el mercado, pero para todos, porque de nada vale que se responsabilice a los profesionales si los particulares an a hacer lo que quieran y cuando le llegue el coche al profesional no sabe lo que le ha pasado al vehículo".

Sánchez Torres destacó que, según datos del propio Instituto Nacional de Consumo, la venta de coches usados sólo supuso un 1,19% del total de reclamaciones del año 2000. Añadió que los datos de la organización de consumidores CECU indican que en Madrid las reclamaciones por vehículos usados representaron en 2001 un 0,8% del total de reclamaciones, siendo el decimocuarto sector que más quejas casionó.

"Hay trece sectores que tienen más reclamaciones y aquí nadie dice nada más que del coche usado", dijo indignado. Igualmente, acusó a Flores de confundir un bien de consumo caro, que es cuando su precio no se corresponde con la calidad que ofrece, con un bien de alto valor, como es un coche usado.

Denunció que con estas declaraciones "se está haciendo un daño gratuitamente a un sector que no se lo merece, ya que hay muchas empresas que se dedican a este negocio que son perfectamente honoables y que están cumpliendo una función importantísima para ayudar al consumidor".