Así lo comentó el director de este fondo, Raúl Sánchez, en conversación con Servimedia. Se trata de un fondo aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de junio y dotado con 400 millones de euros a través del plan de recuperación, con el objetivo de financiar inversiones que contribuyan a generar un impacto social o medioambiental positivo.

Este fondo puede invertir no solo en empresas españolas, sino también en fundaciones, asociaciones y ONG, que, además de ser viables desde un punto de vista financiero, contribuyan de forma cuantificable al cumplimiento de metas sociales y/o medioambientales. También puede efectuar aportaciones a fondos de inversión de impacto. La financiación podrá ser de deuda o mediante la participación en el capital a largo plazo obteniendo una rentabilidad, lo que se conoce como “capital paciente”.

El director de este fondo explicó que tienen proyectos identificados como claros aspirantes por un importe superior a los 500 millones, rebasando así el objetivo del fondo y evidenciando así el potencial de la inversión de impacto. Destacó que este fondo es “único en Europa y en España”.

Sin embargo, explicó que el fondo aún no ha echado a andar porque está pendiente de la aprobación del marco regulatorio que concierne al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Inicialmente se iba a aprobar en el marco de nuevos presupuestos, que el Gobierno quería tener listos para finales de marzo o principios de abril, pero con la prórroga presupuestaria anunciada en marzo ha cambiado esta planificación. Además, se esperaba que el trámite estuviera listo en el primer trimestre de este año. En Cofides están preparados, “esperando el pistoletazo de salida” en palabras de Sánchez, y estiman que para este verano esté lista la regulación que posteriormente requeriría pasar por el Consejo de Ministros.

Dado que el fondo se financia con recursos europeos, éstos deben estar comprometidos, no necesariamente ejecutados, en su totalidad para junio de 2026, pues en caso contrario se devolverían, como sucede con los fondos europeos que financian otros proyectos.

Cofides pretende que siga recibiendo apoyo más allá de 2026, con la idea de que “el Gobierno que haya” en ese momento, del color que sea, destine cada año una partida presupuestaria a este fondo que se sume al retorno económico que vendría obteniendo por las inversiones. Se quiere “demostrar que con la inversión de un euro se genera un impacto social y un retorno económico” que justifica la partida presupuestaria estructural, según Sánchez. Puso como ejemplo de empresas susceptibles de financiar con un foco social que al mismo tiempo generan rentabilidad el Grupo ILUNION o Ecoalf.