Salud

Comer sano en la infancia se relaciona con tener el primer periodo menstrual más tarde

- Independientemente del índice de masa corporal o la altura, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Llevar una dieta saludable durante la infancia se vincula con que las niñas tengan su primer periodo menstrual a una edad más avanzada que las que se alimentan de forma menos sana.

Esa es la principal conclusión de un estudio realizado por seis investigadores de instituciones de Estados Unidos y publicado este miércoles en la revista ‘Human Reproduction’. Se trata del primer análisis que relaciona ciertas dietas con la edad de la menarquia, es decir, la aparición de la primera menstruación.

Los resultados no se vieron alterados por el índice de masa corporal (IMC) ni por la altura de las niñas, ambos asociados con la aparición más temprana de la regla.

El estudio tiene implicaciones para la salud en etapas posteriores de la vida, ya que es bien sabido que las mujeres que comienzan a tener períodos menstruales a una edad temprana pueden tener un mayor riesgo de padecer diabetes, obesidad, cáncer de mama y enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos.

"Creo que nuestros hallazgos resaltan la necesidad de que todos los niños y adolescentes tengan acceso a opciones de comidas saludables, y la importancia de que los desayunos y almuerzos escolares se basen en pautas basadas en evidencia", según Holly Harris, profesora asociada del Centro Oncológico Fred Hutchinson en Seattle (Estados Unidos).

Los resultados provienen de un estudio prospectivo a gran escala de más de 7.500 niños, de edades comprendidas entre 9 y 14 años, que fueron inscritos en el estudio Growing Up Today en Estados Unidos durante dos oleadas: en 1996 y 2004. Los investigadores los siguieron hasta 2001 y 2008, respectivamente.

CÁNCER DE MAMA

Por primera vez, los investigadores analizaron la relación entre dietas específicas y la edad de inicio de la menstruación. También son los primeros en examinar si el índice de masa corporal podría tener un efecto modificador en la asociación entre la dieta y la edad de la menarquia.

“En un trabajo previo que realizamos en el Nurses' Health Study II, una cohorte prospectiva en curso, observamos un mayor riesgo de cáncer de mama en personas que consumieron una dieta que promueve la inflamación durante la adolescencia y la adultez temprana”, subraya Harris.

A este respecto, Harris añade: “Tras estos resultados, nos interesaba comprender si la ingesta dietética en etapas tempranas de la vida podría influir en el cáncer de mama a través del impacto en los factores de riesgo que se presentan entre la infancia y la edad de la menarquia, como la edad de la menarquia. Esto condujo al presente estudio, en el que examinamos el impacto de los patrones dietéticos en la edad de la menarquia”.

CUESTIONARIOS

Antes de que les llegara la menstruación, las niñas completaron cuestionarios sobre su alimentación al unirse al estudio y, posteriormente, cada uno a tres años. También informaron la edad a la que les llegó el primer periodo.

Los investigadores evaluaron las dietas de las niñas en función de dos patrones dietéticos establecidos: el Índice de Alimentación Saludable Alternativa (AHEI, por sus siglas en inglés) y el Patrón Inflamatorio Dietético Empírico (EDIP, en inglés).

El AHEI otorga más puntos a los alimentos más saludables, como verduras, legumbres y cereales integrales, mientras que los alimentos poco saludables, como las carnes rojas y procesadas, las grasas trans y la sal, reciben menos puntos.

El EDIP puntúa las dietas de forma que refleja su potencial general para causar inflamación en el organismo. Los alimentos vinculados a una mayor inflamación incluyen la carne roja y procesada, la carne de vísceras animales, los cereales refinados y las bebidas energéticas.

CASI 7.000 NIÑAS

Un total de 6.992 niñas (el 93% del grupo) tuvieron su primera menstruación durante el estudio. El análisis de los datos de los cuestionarios mostró que un 20% de las menores con la puntuación AHEI más alta y, por lo tanto, con una dieta más saludable, tuvo un 8% menos de probabilidades de tener su primera menstruación el mes siguiente, en comparación con un 20% de las de la puntuación AHEI más baja.

Un 20% de las participantes con la puntuación EDIP más alta -es decir, con una dieta más inflamatoria- tuvo un 15% más de probabilidades de tener su primera menstruación el mes siguiente, en comparación con un 20% con la puntuación EDIP más baja.

“Observamos que estos dos patrones dietéticos se asociaban con la edad de la menarquia, lo que indica que una dieta más saludable se relacionaba con el inicio de la menstruación a una edad más avanzada. Cabe destacar que estos resultados fueron independientes del IMC y la estatura, lo que demuestra la importancia de una dieta saludable independientemente del tamaño corporal”, sentencia Harris.

Esta investigadora subraya: “Dado que una menarquia a una edad más temprana se asocia con múltiples consecuencias en la vida posterior, como un mayor riesgo de diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares y cáncer de mama, este podría ser un periodo importante para intentar reducir el riesgo de estas enfermedades crónicas”.

Harris apunta que, en general, consumir frutas, verduras, cereales integrales, pescado azul, frutos secos, legumbres y ácidos grasos poliinsaturados, a la vez que se limita el consumo de carnes rojas y procesadas, cereales refinados, bebidas azucaradas y sal añadida “beneficia a todos, independientemente de la edad”.

(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2025
MGR/clc