Pinal confirmó que uno de sus socios fue Iñaki Zubillaga, al que situó en el "mundo nacionalista" vasco, y también confesó que uno de sus aparejadores fue un tal Mánchola, ex concejal de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de San Sebastián.

Asimismo, el consejero de Brues reveló que entre las pocas construcciones para el sector público que ha hecho su firma figuran obras para el ayuntamiento guipuzcoano de Modragón, gobernado por HB.

Luis Ramallo, del PP, declaró que el testimonio del consejero de Brues es "gravísismo", porque pone de manifiesto que la Guardia Civil invocó razones de seguridad para adjudicar a dedo proyectos en la Zona Especial Norte (ZEN) del País Vasco y Navarra que luego no se han tenido en cuenta.

La oposición sigue responsabilizando de esto al general Manuel Llaneras, encargado de las contratas en la Dirección de la Guardia Civil durante la etapa de Roldán, que ya confirmó en sucomparecencia ante la comisión que recomendó al ex jefe de la Benemérita la adjudicación de obras a Brues porque era amigo de Pinal.

Efectivamente, éste señaló que conoce a Llaneras desde hace muchos años, pero se negó a responder todas las preguntas que se le formularon sobre si viajó o no con el general a Suiza y Cuba, como reconoció éste ante la comisión.

Luis Ramallo, del PP, y Antonio Romero, de Izquierda Unida, dijeron que la comparecencia de Pinal justifica aún más su solicitud de que sea esado el general Llaneras y que el ministro Antoni Asunción asuma la responsabilidad de su nombramiento como jefe de la Guardia Civil en Cataluña.

El consejero de Brues, que no quiso contestar cuando se le preguntó si es militante del PSOE, negó haber pagado comisiones por la adjudicación de obras de la Guardia Civil.