Terrafeta había anunciado recientemente la aplicación de un "ajuste duro" en la Naviera Mallorquina, que sólo cuenta con 19 de los 116 empleados que tenía hace dos años, tras declarar que tuvo unas pérdidas de 700 millonesde pesetas en el ejercicio de 1994.

Los trabajadores sospechan que esas pérdidas sólo pueden explicarse porque se han transferido fondos a Trasmediterránea, ya que la Naviera Mallorquina facturó el año pasado por 3.100 millones de pesetas, más que en el ejercicio anterior, y el plan de viabilidad preveía unos beneficios de 30 millones.

Al contrario de lo previsto, la situación económica ha empeorado desde entonces y CCOO sospecha que la existencia de un agujero económico hacia el que se habría deviado "la mayor parte del dinero facturado por Naviera Mallorquina a Trasmediterránea, con el objeto de paliar las pérdidas de esta última", señaló el líder sindical.

La central sindical considera "inadmisible" una nueva regulación de empleo en la compañía naviera, después de que haya quedado demostrado que la facturación no cayó en 1994 respecto a 1993, y que el índice de productividad aumentó en el mismo periodo.