En la actualidad, Adif se encarga de contratar la energía eléctrica necesaria para la tracción de los trenes y la revende a las empresas ferroviarias. En los últimos dos años, ha incorporado novedades en este servicio para que las empresas ferroviarias paguen por la energía que realmente consumen sus trenes y tengan más independencia para gestionar los costes.

Ahora, da un paso más y abre la puerta a que las empresas ferroviarias instalen plantas de energía renovable para el consumo de sus trenes. Además, ha establecido distintos mecanismos para que las empresas que continúen adquiriendo la energía de tracción a través del administrador de infraestructuras no se vean perjudicadas en el precio que pagan.

La CNMC acogió con satisfacción esta decisión en una nota divulgada este miércoles a los medios. No obstante, el organismo liderado por Cañi Fernández indicó que el gestor de la red ferroviaria debería informar a las empresas sobre la ubicación de las subestaciones eléctricas y su consumo “para facilitar las decisiones de inversión en plantas de energía renovable”.

Asimismo, aconseja que ponga a disposición de estas compañías, “de forma transparente y no discriminatoria”, los terrenos sin uso en las cercanías de las subestaciones que son de su propiedad.