El Indice de Tendencia de Competitividad (ITC) que elabora mensualmente este ministerio empeoró un 0,3 por ciento en junio, debido sobre todo a la apreciación de la peseta respecto a las monedas de los países competidores.

Los expertos de Comercio destacan la positiva contribución de los precios a la competitividad ya que, aunque el diferencial sigue siendo negativo (en alrededor de 2 puntos), su ritmo de crecimiento durante los último meses es el mismo de los principales competidores.

A su juicio, "esto hecho positivo no debe ocultar, sin embargo, la resistencia a la baja de la tasa de inflación, a pesar de la debilidad de la demanda interna, que está impidiendo, por tanto, un estrechamiento del diferencial de precios frente a los principales países de nuestro entorno comercial".

En todo caso, el ITC mide la evolución de la competitividad exterior de la economía española en lo que se refiere a los precios. No tiene en cuenta tros factores, como el desarrollo de redes comerciales en el extranjero y la promoción de marcas.