E un escrito registrado en el Senado, Mulet emplaza al Gobierno a "predicar con el ejemplo", recordando que esa Ley de Igualdad de Trato incluirá el antigitanismo entre las causas de tipificación del delito de odio en el Código Penal, medida que contó con un amplio consenso tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.

En su opinión, "es incongruentes que, mientras el Legislativo intenta proteger y reparar las violaciones históricas de derechos humanos y represión sufrida por el pueblo gitano, el Senado mantenga de una forma totalmente inapropiada e injustificada el recuerdo de Zenón de Somodevilla y Bengoechea”, que está muy visible en la planta baja del edificio noble de la institución en una zona de gran tránsito.

El pasado mes de mayo, Mulet envió una carta al presidente de la Cámara Alta, el socialista Ander Gil, "que no ha sido contestada", en la que pedía conocer los criterios que se utilizan "para dedicar paredes del Senado, exponer bustos o cuadros en esta institución".

"Está fuera de lugar y es injustificado que una cámara como el Senado, que representa la soberanía de los pueblos del Estado español, tenga en un lugar muy visible, un cuadro de esta persona, autor material e ideológico de ‘la Gran redada’ el intento de exterminio del pueblo gitano que tuvo lugar en nuestro país”, decía Mulet en esa carta.

Ante la falta de respuesta, Compromís insiste en su petición al Gobierno para que, atendiendo a la próxima entrada en vigor de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, que incluye el agravante del antigitanismo, acepte esta petición como una “acción positiva hacia este pueblo”, algo que prevé que será bien acogido por las entidades romaníes, ya que, probablemente “no hay nadie más idóneo que este marqués de triste recuerdo para personificar la discriminación y el odio que ha sufrido este pueblo a lo largo de la historia en nuestro Estado”.

Compromís subraya que el Marqués de la Ensenada "organizó una operación secreta y sincronizada en todo el territorio español el 30 de julio de 1749 también conocida como Prisión General de Gitanos, que tuvo por objeto el arresto de todos los gitanos del reino, separando a los hombres de las mujeres a fin de lograr la extinción de la etnia. El primer día se detuvo entre 9.000 y 12.000 gitanos. Los mayores de siete años y mujeres fueron encadenados e internados en arsenales donde realizaron trabajos forzados. Sus bienes fueron confiscados. Esta acción finalizó en 1763. Para privarles de la libertad no hubo más delito que el ser 'meramente gitanos'".

Esa gran redada, insiste Compromís, fue "un intento de exterminio del pueblo gitano", y su autor "no puede estar ni un minuto más luciendo y señoreando en las paredes del Senado".

"Se acerca el 30 de julio, Día de la Lucha contra el Antigitanismo que recuerda las víctimas de esta redada antigitana, por lo que sería una buena fecha para solidarizarse con esta causa -como se hace con muchas otras- descolgando esta pieza y colgando otra más apropiada", concluye.