Según comunicó el grupo municipal electo de Barcelona en Comú, tomó la decisión este mediodía con el visto bueno de la Coordinadora de la formación y "después de mucho debate".

"La decisión se ha tomado", apunta, "en coherencia con la necesidad de evitar un gobierno de Junts que extienda alfombras rojas a los lobbies ya los sectores favorables a las políticas de la derecha".

Barcelona en Comú quiso "dejar claro que esta decisión se ha tomado sin ningún pacto previo con el PSC y ni en ningún caso con el PP", y en este sentido "lamenta que el PSC no haya realizado ningún movimiento para alcanzar un acuerdo entre las fuerzas de izquierdas, y se disponga a tener la alcaldía con una minoría precaria de sólo 10 concejales".

Ahora bien, puntualiza el grupo de Colau, "espera que este ejercicio de generosidad y responsabilidad con una ciudad mayoritariamente progresista, sirva en el futuro para lograr un acuerdo" entre las tres fuerzas de izquierda, que es el único Gobierno municipal en el que afirma que entraría.