Así lo expresó la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, en la inauguración del Congreso de Arquitectura Avanzada que se celebra en Ifema.

Martín señaló que el Ejecutivo madrileño apuesta por iniciativas públicas como el Plan Vive, cuyos efectos se verán “en los próximos años” a través de un “sector altamente tecnificado”. Así, subrayó que las dos primeras fases del plan “generarán 6.600 inmuebles en doce municipios de la región”, con diferentes grados de construcción industrializada en cada una de las obras.

La consejera aseguró que el uso de componentes de última tecnología permite reducir "un 30% los plazos de entrega", así como “ser más respetuosos con el medio ambiente y generar un menor consumo de agua y energía”. Además, “se facilita un mejor aprovechamiento de los materiales, con un 60% menos de residuos”, resaltó. A ello se suma, reiteró, la reducción “en un 80%” de los riesgos laborales.

Este cambio de paradigma, apoyado en la colaboración público-privada, será la base de nuevos programas públicos regionales para aumentar la oferta residencial en régimen de arrendamiento, especialmente para los jóvenes. El sistema también se utilizará en el Plan Joven, con el que se prevé construir 1.200 pisos en nueve parcelas públicas por una renta inferior a 600 euros mensuales destinados a menores de 35 años, así como los nuevos 1.600 inmuebles eficientes energéticamente que el Gobierno madrileño tiene intención de edificar con los fondos europeos.