"Las cuotas de intrusismo, de práctica ilegal y de competencia desleal son insosteniblesy suponen un fraude al consumidor y, en ocasiones, delitos de contrabando y fiscal", afirmó la asesora jurídica de Comúsica, Eva Morón.

Morón señaló que estas irregularidades se centran principalmente en la "recomendación" por parte del profesor de un instrumento de determinada marca y modelo, de mayor coste; la venta directa por parte del profesor de instrumentos importados ilegalmente, "que son falsificaciones cuyo valor real es nulo", y la petición de comisiones a los establecimientos de venta por ecomendar su compra.

La consecuencia de estas actividades por parte del profesorado es que la educación musical se convierte en un estudio para sectores con un nivel económico alto, cuando la realidad, afirmó Morón, es que existen instrumentos musicales prácticamente para todos los niveles.

El porcentaje de profesores que realiza estas actividades "ilegales e inmorales" habitualmente, se sitúa en torno al 10%, además del 15% que lo hace ocasionalmente. Aunque el volumen económico que supone esta ráctica es difícil de cuantificar, Comúsica estima que se puede cifrar en unos 1.500 millones de pesetas, lo que representa un 8% del mercado total.

Según Morón, este "intrusismo" afecta sobre todo a los instrumentos de cuerda (violines, violas y chelos) y de viento (trompetas y saxofones).

"Vamos a crear una batalla legal contra toda actividad ilegal que perjudique al alumno y al consumidor de instrumentos musicales", declaró Morón.

Actualmente existen dos procedimientos judiciales en march y diversas investigaciones en cinco provincias españolas, según informó Morón, pero "es necesario que sean los padres de los alumnos afectados por esta actividad ilegal quienes denuncien a los profesores", concluyó.