La sentencia, dada a conocer por la Audiencia ciudarrealeña, prohibe además al condenado residir en la localidad de Calzada de Calatrava o en aquella otra población en la que pueda habitar en el futuro la víctima, Manuela Núñez Fernández.

Los hechos ocurrieron el 20 de septiembre de 1993, cuando el condenado llevó a su entonces novia a un barbecho cercano l parque municipal y, tras quemarle con un mechero el cuello, los pechos y los muslos, la violó.

La víctima afirmó en la vista oral que llevaba casi cinco años de noviazgo con el acusado, a pesar de que durante los últimos dos años y medio la tenía amenazada, y aseguró no haber mantenido nunca relaciones sexuales completas con él hasta la fecha en la que se consumaron los hechos.

Manuela Núñez manifestó además que el acusado la llamaba repetidamente y la esperaba a la salida de su casa o de la dicoteca, y alegó que seguía con él por temor a sus reacciones violentas, que ya le habían provocado lesiones anteriores, como la rotura de un brazo y un mordisco en la nariz.