Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, Santiago Auserón Grasa, de 74 años de edad, fue diagnosticado de hiperplasia prostática tras presentar los primeros síntomas en mayo de 2003, motivo por el que fue intervenido de forma programada el día 16 de octubre de ese mismo año después de pasar por una larga lista de espera.

En el postoperatorio, la madrugada del 22 de octubre, se produjo en el paciente un cuadro clínico de peritonitis que, según la sentencia, fue ocasionado por "un previo problema circulatorio que aquejaba al mismo (arterosclerosis de los grandes vasos), absolutamente ajeno tanto a su patología prostática como al tratamiento médico utilizado para abordarla".

Esta asociación puntualiza que, en cualquier caso, la patología abdominal que sobrevino al enfermo en el postoperatorio inmediato, al margen de que tuviera o no relación con la intervención, fue combatida de forma tardía, lo que influyó negativamente en su evolución.

Por este motivo, añade, fueron precisas hasta cuatro intervenciones más para luchar contra los efectos adversos de la enfermedad y de su evolución, derivados de la citada tardanza.

La sentencia considera que "el abordaje tardío, 12 horas después de la patología de abdomen, condicionó de forma decisiva el diagnóstico, disminuyendo las posibilidades de supervivencia del SR. Auserón Grasa, desgraciadamente fallecido después, el día 6 de noviembre de 2003".