La sentencia impone una condena de 71 años a José Manuel Brito Rodríguez, a quien se le imputa el asesinato de Rosa Mederos y María de os Angeles Matanza, los años 1986 y 1987. También se dictan 20 años de prisión a Rafael Ramírez, por un delito de detención ilegal, encubrimiento y omisión del deber de denunciar un delito, así como al pago de 40 millones de pesetas como indemnización.

Al no encontrarse los restos de las víctimas, la principal prueba inculpatoria es el testimonio de Rafael Ramírez, que denunció ante la policía y un juez lo que había sucedido, inculpando de los crímenes al principal acusado.

Ramírez confesó haber articipado en la violación y la muerte de tres mujeres, hechos que relató con todo detalle ante la Policía y el juez de primera instancia aunque en el juicio se retractó de lo dicho.

La víctima del primer asesinato fue María de los Angeles Fernández, de 24 años de edad y natural de León, que acompañó a ambos a la granja de cerdos situada en el municipio de Telde. Una vez en la misma, el principal inculpado la violó y ordenó a Ramírez que hiciera lo mismo. Cuando terminó, Britó le clavó tres veces una arra de hierro en el pecho y quemó su cuerpo con maderas y el colchón ensangrentado.

La muerte de la otra víctima, Rosa Mederos, fue similar. Los acusados podrían ser responsables también de la muerte de otra tercera mujer, Josefa Durán, pero no se han encontrado pistas suficientes para imputarles este hecho.