Según informaron fuentes jurídicas, la Audiencia Nacional les ha condenado por asesinato terrorista, 17 tentativas de asesinato, estragos, robo y falsificación de documentos oficiales.

Además, la Audiencia Nacional les prohibe que durante cinco años se aproximen a la viuda y a los hijos del militar o se comuniquen con ellos, y establece que durante ese tiempo tampoco acudan a Madrid o al lugar de residencia de la familia de la víctima.

Ana Belén Egües y Aitor García integraban, con otras tres personas, el "comando Buru-Ahuste" de ETA, que actuaba en Madrid y que decidió acabar con la vida del general Justo Oreja. Egües y otro miembro del "comando" fueron los encargados de recabar toda la información sobre los hábitos y movimientos del militar.

Para llevar a cabo el atentado, robaron un vehículo, al que cambiaron las placas de matrícula y en el que introdujeron tres artefactos explosivos previamente preparados. El 27 de junio de 2001, Egües y otro etarra lo aparcaron en las inmediaciones del domicilio de la víctima.

BICICLETA-BOMBA

Según la Fiscalía de la Audiencia Nacional, fueron Ana Belén Egües y Aitor García quienes sacaron una bicicleta del maletero del citado coche y montaron una de las bombas en ella.

Mientras ella quedaba al volante del coche, él colocó la bicicleta a la altura del número 134 de la calle López de Hoyos y esperó a que la víctima se acercara a pie para accionar la bomba por radio-control.

La explosión causó al militar politraumatismo y quemaduras en el 50 por ciento de la superficie corporal. Como consecuencia, días después sufrió un shock séptico que le produjo la muerte. Justo Oreja estaba casado y tenía cuatro hijos.

El estallido de la bomba también causó heridas a 17 personas y provocó diversos daños materiales en inmuebles y vehículos estacionados en las inmediaciones del atentado.

CIUDADANO ANÓNIMO

Aitor García y Ana Belén Egües fueron detenidos meses más tarde, el 6 de noviembre de 2001, gracias a la colaboración de un ciudadano que les siguió después de que cometieran en la calle Corazón de María, también en Madrid, el atentado que acabó con la vida del que era secretario general de Política Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Juan Junquera.

Por su participación en este atentado, Ana Belén Egües y Aitor García ya fueron condenados por la Audiencia Nacional a un total de 1.042 años de cárcel cada uno.