El objetivo, según versa la iniciativa debatida y aprobada hoy durante la reunión de la Mesa de la Cámara Baja, es establecer “pautas claras y homogéneas para la gestión, la trazabilidad y la publicidad de los obsequios recibidos por integrantes de la Cámara y por personal que actúe en su representación”.

De este modo, se prohíbe aceptar “en beneficio propio o de familiares obsequios, regalos de favor, favores, servicios, invitaciones o viajes ofrecidos por razón del cargo o susceptibles de ser razonablemente percibidos como intento de influir en la conducta parlamentaria”. “Con carácter general, no se aceptarán obsequios de valor superior a 150 euros”, añade.

Se incluyen en la definición de “obsequio”, según el documento, “atenciones protocolarias o recuerdos intercambiados en visitas oficiales” y se excluyen “las compensaciones previstas por normas (dietas, indemnizaciones oficiales) y los materiales de trabajo proporcionados por la propia institución”.

Como ejemplo, expone el documento que si en un viaje oficial se recibe un lote que incluye objetos de diverso valor, el “elemento valioso se gestiona institucionalmente, pudiendo conservarse el detalle simbólico si es de escaso valor y no concurre conflicto”, entre otros ejemplos sobre el tema.

Si se recibe un obsequio durante un acto oficial, si está por debajo de 150 euros y “no hay conflicto, puede conservarse”. Pese a ello, el Congreso recomienda que se notifique “para su eventual registro, especialmente si el obsequio puede entenderse como de naturaleza institucional”.

Si se trata de un regalo personal sin relación con el cargo, “cuando provenga de amistades o familiares sin conexión con la actividad parlamentaria, puede aceptarse sin trámites, procurando comprobar la inexistencia de intereses concurrentes”, y si es un obsequio de un grupo de interés o empresa, “ante un regalo de alto valor o con voluntad potencial de influencia, debe rehusarse”.

Así, el Congreso insta a aceptar “únicamente cortesías compatibles con la integridad; tratar como institucional todo obsequio de valor o vinculado a la representación; asegurar trazabilidad completa mediante notificación, depósito e inventario; y publicar información homogénea y reutilizable, complementándola -cuando proceda- con la Declaración de Intereses”.