Los economistas apuntaron que el crecimiento del PIB en un 0,2% en el primer trimestre denota la “desaceleración a la que estamos asistiendo”, mientras que prevé un crecimiento de entre el 0,3% y el 0,4% en el segundo semestre, esperando “cierta recuperación en el tercer trimestre gracias a los efectos del turismo”, incluso “llegando a superar el 1%”.

En el caso de la inflación, a pesar de la alta tasa registrada en junio, 10,2%, el CGE señaló que “la contención salarial está permitiendo que no se no produzca el peligroso efecto segunda ronda en la subida de precios, lo que agravaría aún más la inflación”. En concreto, la previsión de los economistas es que el IPC medio en 2022 sea del 7,1%.

En lo referente al empleo, el CGE espera que la tasa de paro cierre el año en el 13,2%.

Por otro lado, el CGE apuntó que “las importaciones están afectadas por el incremento de los precios de origen y por el efecto divisa dada la fortaleza actual del dólar frente al euro, algo que está incidiendo en la inflación de costes que estamos experimentando”. Por su parte, las exportaciones se ven moderadas “por la situación menos optimista de los países de nuestro entorno”.

En cuanto a las finanzas públicas, el CGE estima un déficit púbico del 5,3% del PIB y una deuda pública del 115,9% del PIB, seis décimas menos de lo previsto por el CGE en sus anteriores previsiones.

A nivel mundial, el CGE advirtió que “las expectativas de crecimiento de las principales economías del mundo están empeorando fundamentalmente debido a la crisis de suministros, la guerra de Ucrania y la elevada tasa de inflación”, de forma que “los índices PMI de la zona euro y de las principales economías ya muestran un cierto retroceso en el mes de junio respecto al mes de mayo”.