La subida, remitida al Consejo de Ministros para su estudio y presumible aprobación mañana viernes, será del 5,57 por ciento para los trenes de cercanías,del 6,9 por cien para los de largo recorrido y del 7 por cien para los regionales.

En el caso de las cercanías, la subida ponderada del 5,57 por ciento se reparte de la siguiente manera: 12,26 por cien para el billete sencillo, 8,82 para el de ida y vuelta, 4,48 por cien para el bono tren y 3,64 por cien para el abono mensual.

Este nuevo marco tarifario es una de las dos alternativas que fueron elevadas a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos por la Junta Superior de Precios. La otra fórmua establecía una subida lineal 5 por ciento para todos los billetes.

La modalidad aprobada favorece el transporte de cercanías, en donde la mayoría de los viajeros usan bonos o abonos mensuales, cuyos incrementos serán inferiores al IPC previsto por el Gobierno a fin de año.

También en este caso la Administración sigue una política parecida a la que inspiró la última subida de las tarifas telefónicas, que benefició sobre todo a las ciudades ubicadas en los "cinturones" de las grandes urbes.

as nuevas tarifas cuentan con la oposición de los sindicatos UGT y CCOO, así como de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Sindicatos y consumidores pidieron un tratamiento aún más favorable para el servicio de cercanías, de manera que quedasen congelados todos los precios, excepto el del billete sencillo.

Por su parte, Renfe propuso una subida de precios sensiblemente superior a la finalmente aprobada y justificó su petición en la necesidad de allegar fondos para acometer los planes de reovación de la flota de trenes.