El TC está organizado en dos salas compuestas por seis magistrados cada una, que deben ser designados por el Pleno. La sala primera está presidida por el presidente del TC, mientras que en la presidencia de la sala segunda recae en la vicepresidencia del Constitucional.

Según la legislación vigente, las salas del TC tratarán las posibles violaciones de derechos fundamentales, los recursos y cuestiones de inconstitucionalidad, los conflictos de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas o las cuestiones sobre las normas forales, entre otros asuntos. Los asuntos de reparten de acuerdo a un turno preestablecido y a propuesta del presidente del TC.

En estos momentos la forman parte de la sala primera los magistrados Inmaculada Montalbán Huertas, Ricardo Enríquez Sancho y María Luisa Balaguer Callejón. Adscritos a la sala segunda están los magistrados Cándido Conde-Pumpido Tourón, Ramón Sáez Valcárcel, Enrique Arnaldo Alcubilla y Concepción Espejel Jorquera.

La pasada semana tomaron posesión de su cargo Conde-Pumpido (presidente) e Inmaculada Montalbán (vicepresidenta). Ambos, pertenecientes al sector progresista, accedieron al cargo por seis votos contra cinco, rompiendo así la norma no escrita de que estos cargos se repartieran entre la sensibilidad mayoritaria y la minoritaria.

Conde-Pumpido y Montalbán sustituyeron a Pedro González-Trevijano y Juan Antonio Xiol, cuyo relevo estaba pendientes desde junio pasado. La entrada de cuatro nuevos magistrados en el TC ha provocado un cambio de mayorías. Ahora hay una amplia mayoría de progresistas con siete magistrados, frente a los cuatro conservadores.