Así lo denunció en un comunicado en el que explicó que la decisión del Pleno del Parlamento Europeo, respaldada por 278 votos a favor, 328 en contra y 33 abstenciones, “evitará” que los consumidores “inviertan de manera sostenible”, al entender que ambos podrían comercializarse “engañosamente como inversiones 'verdes', a pesar de sus problemas bien documentados”.

“Esto inducirá a error a los consumidores sobre la sostenibilidad de sus inversiones y aumentará su exposición”, sentenció, para denunciar que la Comisión, y ahora el Parlamento, “no han tenido en cuenta las expectativas de los consumidores de la UE, que buscan cada vez más invertir su dinero de forma sostenible”.

A juicio de la directora general de BEUC, Monique Goyens, esta noticia “es un desastre para los consumidores”. “Es exactamente la señal equivocada que la UE debería estar dando ahora mismo, cuando deberíamos acelerar la acción climática y alejarnos de los combustibles fósiles rusos”, apostilló.

En este sentido, advirtió de que los eurodiputados que votaron “a favor de la energía nuclear y el gas y contra los consumidores” se posicionan “en el lado equivocado de la historia y están jugando políticamente con el futuro de las personas”.

“En la práctica, significa que la industria financiera podrá ‘lavar’ las inversiones nucleares y de gas fósil y venderlas a los consumidores como 'verdes'. A pesar de sus mejores intenciones, los ahorros y pensiones ganados con tanto esfuerzo de los consumidores se invertirán en inversiones que dañan el clima”, lamentó, para considerar el plan “engañoso y arriesgado”, teniendo en cuenta que algunas inversiones “podrían perder una parte importante de su valor” una vez que los combustibles fósiles comiencen a eliminarse para cumplir los objetivos climáticos de la UE.

“Cuando algo se vende a los consumidores como verde, esperan que sea verde”, aseveró, para puntualizar que los europeos “se quedarán sin una forma significativa de identificar o comparar la sostenibilidad de los productos financieros” y que la situación “durará al menos varios años”.

Tras señalar que, una vez que los consumidores han invertido, “no se garantiza que desinvertirán, incluso si se revisa la taxonomía”, reclamó “algún tipo” de taxonomía “alternativa basada en la ciencia” con el fin de “ayudar a guiar a los consumidores a través de esta jungla de lavado verde”.