Este pronóstico se debe, según la entidad de ahorro catalana, a que las familias españolas han entrado en una etapa más cautelosa a la hora de decidir el gasto, ya que tienen muy en cuenta tanto los incrementos de su renta como las expectativas futuras.

Según Caixa Catalunya, solamente después de asegurar el mantenimiento de sus niveles de ahorro, las familias se deciden a incrementar el consumo.

Estos criterios de consumo, según la caja, contrastan co los que se han venido empleando hasta ahora, ya que se consideraba sólo la situación laboral y la confianza, mientras que ahora se tienen en cuenta otros factores, como la renta disponible y el incremento de la riqueza financiera.

Este comportamiento de gasto más conservador "implica la necesidad de mayores incrementos del PIB y del empleo, y una mejora de la confianza de las familias para conseguir incrementos de consumo similares" a los del año pasado, indica el informe.

Además, Caixa Cataluny apunta que durante el primer semestre de 1998 se alcanzó el máximo cíclico con crecimientos trimestrales del 3,9%, y desde ese momento fue recortándose hasta el 3,8% en el tercer trimestre y un 3,7% en el cuarto, arrojando como media el aumento citado del 3,8%.