La evidencia científica acredita la incidencia directa del cambio climático en la salud pública. Los brotes epidémicos de las últimas décadas son una buena muestra de ello, ya que dependen del impacto de la actividad humana y algunas causas naturales. Los expertos señalaron que hay que promover entornos saludables que ayuden a conseguir los objetivos de salud de la población y disminuyan los riesgos derivados de los factores ambientales y sus condicionantes, disminuyendo la carga de enfermedades e identificando nuevas amenazas.

En el acto asistieron la vicepresidenta segunda de la Ffomc, Manuela García; el geólogo y profesor de investigación del Csic en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estilos del Agua (Idaea) Xavier Querol; la especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Planetaria de semFYC, Anna Fernández; y la arquitecta urbanista e investigadora especializada en arquitectura bioclimática, ciudad y entornos construidos saludables, Esther Higueras. El encargado de mediar las intervenciones fue el Jefe Clínico del servicio de Medicina Interna del Hospital Son Espases, Jaime Orfila.

CALIDAD DEL AIRE

En la presentación sobre la calidad del aire en las ciudades, Xavier Querol indicó que el impacto que puede tener un contaminante sobre la salud “no sólo depende de la exposición” y señaló que el 94% de la población está expuesto a valores de concentraciones de contaminantes superiores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera perjudiciales para la salud. También subrayó que en la Unión Europea hay más de 300.000 muertes prematuras al año como consecuencia de la contaminación.

En este sentido, el proyecto ‘Airuse’ del Csic concluyó que las medidas necesarias para mejorar la calidad del aire urbano son mejorar el transporte público, reducir el número de vehículos urbanos que circulan por el centro de las ciudades, renovar la flota de estos vehículos, la distribución urbana de mercancías y taxis, y rediseñar el núcleo urbano para crear una ciudad “más saludable”.

CONTAMINACIÓN URBANA

La doctora Anna Fernández manifestó que la contaminación en los hogares provoca 4,3 millones de muertes en el mundo, un 18% de cardiopatías isquémicas, un 33% de infecciones respiratorias y afecta en edades extremas de la vida, mujeres, personas con patología previa y con menos recursos.

Por otro lado, la contaminación del aire provocada por el dióxido de nitrógeno (los valores fijados por la OMS son de 25 ug/m3 de media diaria) y el dióxido de azufre (40 ug/m3 de media diaria) es el mayor riesgo ambiental para la salud en el mundo, y más del 90% de la población vive en lugares donde el aire no es sano para respirar. En Europa, los niveles están bajando de los límites marcados por la OMS, el 84% de la población ha sido expuesta a concentraciones de partículas contaminantes PM 2,5 superiores a las marcadas y el 9% a concentraciones de NO2 superiores a las recomendadas.

Las consecuencias de la contaminación para la salud pueden ser ictus, demencia, patologías mentales, enfermedades neurodegenerativas, partos prematuros, neumonía, cáncer de vías respiratorias, asma, arritmias o diabetes, entre otras enfermedades.

En su presentación recomendó que para reducir la contaminación y sus efectos es necesaria la formación del personal sanitario, invertir en investigación, informar a los pacientes, impulsar iniciativas y políticas, y reducir las emisiones, así como apostar por espacios verdes para solucionar la contaminación.

ZONAS VERDES URBANAS

Los principales problemas de salud urbana son la obesidad, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, golpes de calor y frío extremo, accidentes o salud mental. Por ello, las zonas verdes son elementos que aportan solución social, ambiental y ecológica que benefician a la salud.

La arquitecta urbanista e investigadora especializada en arquitectura bioclimática, ciudad y entornos construidos saludables Esther Higueras aseveró que es necesario que haya criterios de cantidad y de calidad de las zonas verdes en las ciudades.

El Anillo verde en Vitoria-Gasteiz, las infraestructuras verdes en Barcelona y Zaragoza, el Plan Verde del Cauce del Río Turia en Valencia y Madrid + Natural son algunas de las reestructuraciones de las ciudades en zonas verdes.