Ese dato, referido ya al periodo de todo un trimestre, parece cofirmar la ruptura de la tendencia al descenso de la contratación fija que mostraban las estadísticas del Ministerio de Trabajo a partir de 1990.

De los empleos fijos registrados entre enero y marzo, 56.447 correspondían a contratos indefinidos ordinarios, sin subvenciones públicas, y 15.723 a los subvencionados para primar la contratación de diversos colectivos con dificultades para integrarse en el mercado laboral y favorecer la conversión de empleos temporales en fijos.

En concreto, las ayudas el Ministerio de Trabajo facilitaron la conversión en indefinidos de 5.756 contratos en prácticas, 2.546 contratos de formación y 1.657 de relevo.

Otros 2.488 contratos indefinidos subvencionados lo fueron para personas afectadas por algún tipo de minusvalías, 2.369 para mayores de 45 años, 688 para jóvenes y 219 para mujeres que deseaban incorporarse al mercado laboral tras un periodo fuera de él por maternidad o bien a mujeres que trabajan en sectores donde están infrarrepresentadas.

Por otra prte, los datos del Ministerio de Trabajo muestran que, pese a su aumento, la contratación indefinida supuso en el primer trimestre del año sólo el 4,2 por cien de los empleos registrados en el INEM.

Además, hubo, al mismo tiempo que más contratos fijos, un crecimiento muy notable de algunas de las modalidades de empleo más precarias, hasta el punto de que los dos contratos predominantes, con mucha diferencia sobre el resto, fueron los eventuales por circunstancias de la producción (429.672) y los de ora o servicio (638.270). Dos de tres contratos realizados fueron de una de estas dos modalidades.