Discurso Rey
Convivencia, Europa y Constitución, los tres ejes centrales del discurso de Nochebuena de Felipe VI
- El Rey advirtió de que la "tensión" política provoca "hastío, desencanto y desafección", apeló al "coraje" de la Transición y ensalzó los 50 años de avances "sin precedentes" de la democracia española
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Felipe VI pronunció esta Nochebuena su duodécimo mensaje navideño, en el que volvió a apelar a la defensa de Europa y la Constitución de 1978 como garantes de la convivencia y el avance de la sociedad española.
En su último discurso ante los españoles, Felipe VI reiteró su defensa de los valores democráticos de la Carta Magna. Las palabras más repetidas en su mensaje fueron convivencia, confianza, libertades y España.
En poco más de 9 minutos, el discurso más corto de su reinado, el Rey llamó a que España recuerde el "coraje" de la Transición para seguir avanzando unidos y advirtió que la "tensión del debate público" provoca "hastío, desencanto y desafección" en la población. "Realidades, todas ellas, que no se resuelven ni con retórica ni con voluntarismo", aseveró.
Desde el salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, el Rey puso en valor "la convivencia democrática" y señaló los "desafíos" a los que se enfrentan los españoles en la actualidad. Entre ellos, colocó el acceso a la vivienda, que supone un "obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes".
Confianza fue otra de las palabras que centraron el discurso del Rey, que insistió en señalar que la falta de la misma está en la base del crecimiento de "los extremismos, los radicalismos y los populismos".
Ante el dibujo de esa realidad, Felipe VI apeló a la historia de España: "A lo largo de estos 50 años nuestro país ha demostrado reiteradamente que sabe responder a los desafíos internos y externos cuando hay voluntad, perseverancia y visión de país".
Así, defendió el progreso "sin precedentes" de las últimas cinco décadas, basado también en la adhesión de España a las Comunidades Europeas, sellada hace 40 años en el mismo salón de Columnas del Palacio Real de Madrid donde el Rey grabó su mensaje navideño, el primero que pronuncia de pie.
Advirtió también don Felipe de que "la convivencia no es un legado imperecedero" y animó a los españoles a preguntarse, "sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas", "qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia". "¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", se interrogó.
El diálogo, el respeto, la "ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos"; la empatía y "la necesidad de situar la dignidad del ser humano, sobre todo de los más vulnerables, en el centro de todo discurso y de toda política", fueron los otros mensajes en los que incidió el Rey.
"El miedo solo construye barreras y genera ruido, y las barreras y el ruido impiden comprender la realidad en toda su amplitud". "Somos un gran país", resolvió Felipe VI.
DEL 'PROCÉS' A LA DANA
La necesidad de consensos y la defensa de la unidad europea y la Constitución del 78 son los grandes asuntos a los que ha hecho referencia en todos sus discursos navideños, entre los que destacan especialmente el de 2017, donde habló de la situación en Cataluña, y el que pronunció el año pasado centrado en la dana y sus trágicas consecuencias.
"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo. Es algo que la Reina y yo hemos podido constatar y valorar aún más a lo largo de esta década de reinado. Es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política", afirmó el año pasado.
En aquel mensaje defendió "el consenso en torno a lo esencial" para "impedir" que "la diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido".
EL ARTÍCULO 49
El año pasado, Felipe VI también apeló al diálogo y calificó "la contienda política" de "atronadora", aunque celebró que en ese contexto fuera posible la reforma del artículo 49 de la Constitución, referido a las personas con discapacidad, que calificó como "un buen ejemplo de lo que podemos lograr juntos".
En 2023, la defensa de la Constitución fue el eje central del mensaje, en el que apeló a su respeto y a la historia del pueblo español que siempre ha sabido elegir "su camino con fortaleza" y "orgullo".
Un año antes, la situación en Ucrania llevó al Rey a defender la unidad europea. "Somos Europa, pero también necesitamos a Europa", afirmó, y recordó que la guerra en Ucrania no solo afecta a ese país "sino que tiene una trascendencia global".
Advirtió también en ese discurso sobre los tres grandes riegos que en su opinión atenazaban España: la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones.
ECONOMÍA INLCUSIVA
En 2021, el Rey inició su discurso trasmitiendo a los habitantes de la isla de La Palma un mensaje de apoyo por la "situación tan dolorosa y difícil" que aquel año provocó el volcán, que dejó a muchos "sin hogar, sin medio de vida y a todos nos ha llenado de tristeza", dijo Felipe VI.
En aquel discurso, el Rey apeló a "seguir adelante porque la Historia nos enseña que los españoles hemos sabido cómo reaccionar y sobreponernos ante las adversidades". "Ahora se abre ante nosotros un futuro que nos exige, a todos, responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos; y necesita, ese futuro, que confiemos más en nuestras propias fuerzas como nación".
Una vez más hizo referencia a la UE, y apostó por desarrollar una economía "cada vez más digital, más verde y más inclusiva".
El discurso de el 2020 estuvo marcado por la las circunstancias excepcionales de la pandemia. "2020 ha sido un año muy duro y difícil. El virus ha irrumpido en nuestras vidas trayendo sufrimiento, tristeza o temor; ha alterado nuestra manera de vivir y trabajar, y ha afectado gravemente a nuestra economía, incluso paralizando o destruyendo muchas empresas", señaló.
En aquel mensaje, los sanitarios recibieron el aplauso simbólico de don Felipe, que apeló a la Constitución como garante de la convivencia social y política en España "en un tiempo en el que la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales provocan tanta incertidumbre".
En su mensaje de Navidad de 2019, Felipe VI reafirmó su "vocación de servir a España con lealtad, responsabilidad y total entrega". Mencionó entonces la incertidumbre que dominaba la esfera internacional y tuvo palabras para los jóvenes que se enfrentaban a una crisis de empleo.
La situación en Cataluña seguía siendo entonces una preocupación para los españoles y a ella hizo mención Felipe VI, pero también apeló a no "caer en los extremos", "ni en una autocomplacencia que silencie nuestras carencias o errores, ni en una autocrítica destructiva que niegue el gran patrimonio cívico, social y político que hemos acumulado".
En 2018, la convivencia fue el eje central de su discurso, que no obvió otras cuestiones como la cohesión territorial, el paro, la corrupción o la violencia contra las mujeres. Ensalzó de nuevo la Constitución animando a respetarla como "la obra más valiosa de nuestra democracia y el mejor legado que podemos confiar a las generaciones más jóvenes; debemos defenderla, cuidarla, protegerla", propugnó.
LA SITUACIÓN EN CATALUÑA
El de 2017 fue un discurso marcado por la situación en Cataluña, que venía precedido por el mensaje que Felipe VI dirigió a la nación el 3 de octubre de ese año tras la declaración unilateral de independencia.
"Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. (...) Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando, desgraciadamente, a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada", destacó el Monarca en aquel momento.
En el mensaje de Navidad de aquel año, Felipe VI apeló a que el conflicto catalán no debía hacer olvidar "otras serias preocupaciones o desafíos de la sociedad española: el futuro de la economía y el empleo, el terrorismo yihadista (que sembró el pánico en Barcelona y Cambrils), la corrupción, el proyecto europeo y la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático".
En ese discurso, el Rey aseveró que España es una "democracia madura", "donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas; pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás".
Cuando los principios de libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político se quiebran, dijo, "la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable".
Hacía días que se habían producido elecciones en Cataluña y en ese contexto el Rey invitó a los responsables políticos a pensar "en el bien común de todos". "El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión, que, como sabemos ya, solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y, por supuesto, económico de toda una sociedad".
Apeló también a volver a la senda de la convivencia para que la sociedad catalana "diversa y plural" pudiera recuperar "la serenidad" y "las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos".
CRISIS ECONÓMICA E INDIGNACIÓN
En 2016 animó a los españoles a "pensar en la España que queremos para las próximas décadas", basada en el "respeto a la Ley, en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir, de engrandecer y no de empequeñecer".
En 2015, el primer año completo de reinado de Felipe VI y Letizia, el Rey se dirigió a los españoles desde el Palacio Real. En ese escenario, defendió a España como "una gran nación definida por una cultura que ha traspasado tiempos y fronteras". Y apeló a la pluralidad política y el respeto ante el inicio de una nueva legislatura.
En ese momento, la crisis económica recibió también la atención del monarca que defendió que las instituciones deben ofrecer estabilidad a los jóvenes y las familias a través de un crecimiento "que permita seguir creando empleo, y empleo digno; que fortalezca los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, y que permita reducir las desigualdades, acentuadas por la dureza de la crisis económica".
En su primer mensaje de Navidad, en 2014, puso el foco en "las conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público" que, provocan, dijo, "con toda razón, indignación y desencanto".
"Los ciudadanos necesitan estar seguros de que el dinero público se administra para los fines legalmente previstos; que no existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública; que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse; que no se empañe nuestro prestigio y buena imagen en el mundo", aseveró el año en el que su padre el rey Juan Carlos abdicó tras los escándalos que lo rodearon.
"Regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar nuestro Estado del Bienestar y preservar nuestra unidad desde la pluralidad son nuestros grandes retos. No son tareas sencillas. No son retos fáciles. Pero los vamos a superar, sin duda; estoy convencido de ello. Tenemos capacidad y coraje de sobra", aseguró en su primer mensaje navideño.
(SERVIMEDIA)
25 Dic 2025
MAG/fcm


