En un encuentro con periodistas para despedir a su antecesor y presentarse ante los periodistas energéticos, Cortina opinó que la decisión de esperar dos años "es más una cutela del Gobierno que un freno a nuestras apetencias. Pero por nostros, que las liberalicen mañana".

También reiteró su confianza en el equipo y los criterios de Fanjul para "darles continuidad", y añadió que el roceso de privatización emprendido seguirá en los próximos meses, cuando el Gobierno presente y apruebe su plan.

Cortina dijo estar al frente de Repsol con el voto unánime de todo el Consejo de Administración, y no en representación o defensa de alguno de los accionistas, por lo que advirtió que "no haré nada que vaya en contra de la propia sociedad y favorezca a alguno de los accionistas".

SI AL NUCLEO DURO

Igualmente, Cortina lanzó un mensaje de respaldo a la política de refuerzo de las partiipaciones agrupadas en el llamado 'núcleo duro' de accionistas nacionales, que están llevando a cabo el BBV y La Caixa.

A su juicio, "es muy significativo el esfuerzo que están haciendo La Caixa y el BBV para asegurar el carácter español de la compañía", y afirmó su confinaza en que esta actitud peromita asegurar el control de los inversores españoles cuanto el Estado venda su participación, tal y como ha anunciado.