Clima

Las cosechas de vino mejoran con veranos cálidos e inviernos lluviosos

MADRID
SERVIMEDIA

La producción de vino de mayor calidad se produce en años con temperaturas más cálidas, mayores precipitaciones invernales y temporadas de crecimiento más tempranas y cortas, condiciones que se prevén que sean más frecuentes por el cambio climático.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de las universidades de Burdeos (Francia) y Oxford (Reino Unido), y publicado en la revista ‘Science’.

Los autores indican que el clima desempeña un papel importante en la calidad del vino, tras analizar siete décadas de puntuaciones de vino en la región de Burdeos (suroeste de Francia). Los investigadores indican que sus resultados también pueden aplicarse a otras zonas vinícolas.

"El clima influye en la calidad y el sabor del vino", sentencia Andrew Wood, de la Universidad de Oxford, quien añade: "Encontramos evidencia de que los efectos de la temperatura y la precipitación ocurren durante todo el año: desde la brotación, mientras las uvas crecen y maduran, durante la cosecha e incluso pasan el invierno cuando la planta está inactiva".

Un mismo viñedo puede producir diferentes calidades de añada en diferentes años, a pesar de que esos vinos procedan de uvas cultivadas en las mismas vides, en la misma tierra y se produzcan con los mismos métodos.

La influencia de las fluctuaciones climáticas anuales en la calidad del vino ha sido estudiada largamente. Una pregunta más nueva y relacionada es cómo el cambio climático podría afectar la calidad del vino. Se espera que el tiempo y el clima afecten a los cultivos, pero el vínculo entre el cambio climático y la calidad de los productos agrícolas no se ha explorado ampliamente.

ENTRE 195O Y 2020

Para investigar cómo el tiempo y el clima impactan la calidad del vino, los investigadores combinaron datos climáticos de alta resolución con producciones anuales de vino de la región vinícola de Burdeos entre 1950 y 2020.

Los investigadores analizaron la calidad del vino tanto a escala regional como local y se centraron en la variación anual en la calidad del vino para ‘denominaciones de origen controladas’ en Burdeos, esto es, regiones geográficas concretas con métodos definidos de uva, cultivo y producción de vino. Luego, utilizaron modelos para probar si la calidad del vino se veía afectada por factores climáticos como la duración de la temporada y los cambios en la temperatura y las precipitaciones.

A diferencia de estudios anteriores, que se centraron únicamente en el clima durante la temporada de crecimiento, el nuevo trabajo también analiza el impacto del clima durante la temporada de invierno sin crecimiento, cuando las vides suelen estar inactivas.

"Los cultivos perennes, como las uvas, están presentes todo el tiempo, por lo que las cosas que suceden fuera de la temporada de crecimiento también pueden afectar al vino", indica Wood.

Los investigadores optaron por centrarse en Burdeos porque es una región vinícola que depende exclusivamente de la lluvia para el riego y tiene registros a duraderos de puntuaciones de vino.

MEJOR EN EL FUTURO

En general, los investigadores encontraron que las puntuaciones de calidad del vino de Burdeos tendieron a mejorar entre 1950 y 2020. Aunque esto podría deberse a que el clima en esa zona se calentó durante ese periodo, también podría ser por el uso cada vez mayor de tecnología en la elaboración vinícola en ese tiempo o a que los fabricantes adaptan cada vez más sus técnicas a las preferencias de los consumidores.

"La tendencia, ya sea impulsada por las preferencias de los críticos de vino o de la población en general, es que la gente generalmente prefiere vinos más fuertes que envejecen durante más tiempo y brindan sabores más ricos e intensos, mayor dulzura y menor acidez", recalca Wood, antes de añadir: "Con el cambio climático, en general, estamos viendo una tendencia en todo el mundo de que, a medida que aumenta el calentamiento, los vinos se vuelven más fuertes".

El equipo descubrió que el clima afectaba la calidad del vino durante todo el año, no solo durante la temporada de crecimiento. En general, los de alta calidad se asociaron con inviernos más fríos y húmedos, manantiales más cálidos y húmedos, veranos calurosos y secos, y otoños frescos y secos.

Dado que el cambio climático provoca este tipo de patrones climáticos, los investigadores señalan que es probable que la calidad del vino en Burdeos siga aumentando a medida que avanza el cambio climático.

"Con los climas previstos para el futuro, dado que es más probable que veamos estos patrones de clima más cálido y menos lluvia durante el verano y más lluvia durante el invierno, es probable que los vinos sigan mejorando en el futuro", apunta Wood.

(SERVIMEDIA)
15 Oct 2023
MGR/clc/gja