La génesis de este movimiento se fraguó el 24 de junio de 1859, cuando el ginebrino Henry Dunant viajó a Solferino para cerrar un negocio con Napoleón III, pero se encontró con una cruenta batalla entre franco-sardos contra austríacos, en la que unos 38.000 soldados murieron o resultaron heridos sin recibir atención médica.

La "Aldea Humanitaria" de Solferino acoge desde hoy hasta el próximo domingo actividades relacionadas con la Cruz Roja y la Media Luna Roja, como una exposición de Unidades de Respuesta en Emergencia, un concurso de refugios de emergencia, un trofeo de primeros auxilios, exhibiciones al aire libre, sesiones de formación, actividades sociales y deportivas y una muestra artística sobre la diversidad cultural.

Cruz Roja Española, que el 6 de julio cumplirá 145 años, participa en estos actos con una delegación de 300 voluntarios y contará con un expositor en la "Aldea Humanitaria" para mostrar sus actividades y la muestra "Miradas voluntarias", una exposición fotográfica sobre los voluntarios.

El próximo sábado se celebrará la tradicional "Fiaccolata", un desfile de antorchas que, desde 1992, rememora el camino recorrido por las enfermeras que ayudaron a Dunant a trasladar a los soldados heridos en la batalla de Solferino hasta el puesto médico de Castiglione sin discriminación por motivos raciales, de nacionalidad o de pertenencia a uno o a otro ejército.

Este hecho supuso el nacimiento de la idea de lo que más tarde se convertiría en el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Durante estos días se celebrará, además, un Encuentro Mundial de la Juventud para debatir sobre el papel de los jóvenes en la respuesta a los retos humanitarios de la actualidad, los llamados "Solferinos de hoy", y aprobar una declaración que será presentada en la sede de la ONU en Ginebra.

Estos actos forman parte de "Nuestro mundo. Tu acción", una campaña virtual de la Cruz Roja y la Media Luna Roja que hace un llamamiento a la población mundial para afrontar los retos humanitarios de hoy, apoyar a los colectivos más vulnerables y lograr, con pequeños gestos, grandes cambios en un mundo inestable y lleno de desigualdades.