Así lo confirmó este lunes la organización humanitaria en un comunicado en el que, en el balance de su intervención, subrayó que contabiliza más de 143.000 personas atendidas, 61,5 millones de euros ejecutados y una estrategia a tres años que “sigue reconstruyendo vidas y comunidades”.

“Desde el primer momento, Cruz Roja activó un ambicioso Plan de Respuesta a tres años, con un objetivo claro: no dejar a nadie atrás y acompañar a las personas en la reconstrucción de sus vidas”, explicó, al tiempo que indicó que, con una dotación de 115 millones de euros en donaciones (48 millones de particulares, 58,7 de empresas y fundaciones, 5,5 de otras Cruces Rojas y 2,8 de administraciones públicas), la organización ha ejecutado ya el 54% de los fondos, movilizando a 7.000 personas entre voluntarias y personal laboral y realizando cerca de 490.000 asistencias.

“La colaboración con entidades locales, empresas y donantes ha sido clave para para transformar la ayuda en oportunidades reales de recuperación”, destacó al respecto la responsable del Plan de Respuesta ante la Dana de Cruz Roja Española, Herminia Magán.

RESPUESTA INTEGRAL

El Plan de Respuesta diseñado por Cruz Roja Española ha permitido articular una respuesta “integral, territorializada y centrada en las personas” y, gracias a la implicación del voluntariado, el personal laboral, las alianzas con empresas, administraciones y entidades sociales, ha podido canalizar recursos y acciones que van desde la entrega de ayudas económicas hasta la formación en preparación ante futuras emergencias.

De las tres fases del Plan de Respuesta, Cruz Roja trabaja actualmente en la recuperación, fortalecimiento y resiliencia comunitaria y, hasta la fecha, el 90% de los negocios apoyados por la organización, han conseguido reanudar su actividad y el 6% tiene previsto nuevas contrataciones, con lo que más de 6.100 personas han recuperado sus medios de vida.

“La intervención de Cruz Roja en esta dana ha pasado de la respuesta urgente en la emergencia a una estrategia integral y sostenida, que combina la atención a las necesidades inmediatas con el acompañamiento a medio y largo plazo, la reconstrucción de medios de vida y la promoción de la resiliencia comunitaria, todo ello con una mirada centrada en las personas y en la equidad”, abundó.

ESTRATEGIA TRANSVERSAL

Tras puntualizar que “el fortalecimiento y la resiliencia comunitaria no son una fase final, sino una estrategia transversal que acompaña todo el proceso de recuperación”, Cruz Roja subrayó que apuesta “por comunidades informadas, cohesionadas y preparadas, capaces de afrontar los desafíos del presente y del futuro con autonomía, solidaridad y capacidad de respuesta”.

En este sentido, se están llevando a cabo talleres de preparación ante nuevas emergencias y se han planificado simulacros y actividades prácticas para que las familias puedan elaborar sus propios planes de emergencia domésticos, incluyendo rutas de evacuación, puntos de encuentro y gestión de suministros básicos.

Para reforzar estas acciones, se han preparado mochilas de emergencia para entregar a las personas participantes de los talleres, que llevan material esencial para estar preparados ante una nueva emergencia, tales como batería solar, radio de dinamo, funda protectora de documentación, manta para frío y calor, entre otras, priorizando aquellos materiales más difíciles de conseguir en el mercado, bien por el stock o por su coste.