La carta está firmada por el secretario de Política Internacional de UGT, Manuel Bonmmati, quien, tras recordar la orientación socialista delsindicato, transmite a Castro "la protesta por las penas de prisión impuestas a activistas de derechos humanos, periodistas y sindicalistas independientes cubanos".

"Con mayor firmeza -prosigue la misiva- rechazamos las penas de muerte y la ejecución sumarísima de tres personas acusadas de terrorismo", que coloca a Cuba "en compañía de países tristemente conocidos por su rechazo a la demanda universal para abolir la pena de muerte".

"Todos estos hechos constituyen una violación de los derechos huanos de estos ciudadanos, en particular el derecho a la vida, a la libertad de expresión, de asociación y a la libertad sindical contemplados en el Convenio 87 de OIT suscrito por la República de Cuba", añade la misiva ugetista.

La UGT reclama la liberación inmediata de los detenidos y "la puesta en marcha de medidas y reformas legales que garanticen la expresión libre de los sectores de la oposición de manera pacífica como sucede en todo régimen democrático".