INCENDIOS

CULMINA CON ÉXITO EN MÁLAGA LA PRUEBA DE UN NUEVO SISTEMA PARA ATAJAR LOS INCENDIOS FORESTALES

MADRID/SEVILLA
SERVIMEDIA

La Junta de Andalucía ha presentado en Málaga, mediante una demostración práctica, un innovador sistema que evita la propagación de incendios forestales y que facilita su control en un área determinada.

Se trata de un nuevo sistema de control de incendios forestales realizado por un equipo de técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y del Infoca que ya ha despertado el interés de países como EEUU y Canadá, y que próximamente será presentado en Grecia, según informó hoy la Junta de Andalucía.

Este invento -una lona ignífuga- comenzó a desarrollarse en el año 2002. Está fabricado con materiales minerales y consigue que las llamas se vayan apagando solas una vez que ha ardido y se ha consumido la maleza vegetal en el área acotada.

Este sistema, con su patente ya registrada, fue presentado en el Congreso Mundial de Incendios Forestales en mayo de 2007 en Sevilla, marco en el que estos países mostraron su interés por el invento. En su investigación, según ha explicado el delegado de Medio Ambiente en Málaga, Ignacio Trillo, la Junta ha invertido 350.000 euros.

El sistema, enmarcado en el programa de I+D+i de la Empresa de Gestión Medioambiental de la Junta (Egmasa), funciona como freno de las llamas, ya que está formado por un total de 16 elementos distintos que, todos juntos en un toldo, consiguen que la altura del fuego en cuestión descienda y su calor no traspase esas pantallas, que comenzarán a utilizarse en Málaga en la próxima campaña de prevención de incendios, tanto por medios aéreos como terrestres.

La demostración práctica del sistema se ha realizado en el parque natural de Los Montes de Málaga, en el que en una superficie de 1.700 metros cuadrados se prendió fuego a una vegetación altamente sensible formada por aulaga y jara.

Trillo ha manifestado que la prueba ha sido todo un éxito, ya que a medida que el fuego se extendía y se acercaba a las pantallas la altura de las llamas, que alcanzaron los siete metros de altura con temperaturas entre los 800 y los 1.300 grados centígrados, descendían.

Este sistema tiene la propiedad de recortar la alimentación del viento, así como los gases de combustión. Además, se encarga de frenar tanto el viento propio de la meteorología como el ocasionado por el fuego.

(SERVIMEDIA)
25 Abr 2008
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