CUMBRE IBEROAMERICANA. LAS DISCREPANCIAS ESPAÑA-CUBA CENTRARAN EL FINAL DE LA VI CUMBRE IBEROAMERICANA
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Los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos van a celebrar a puerta cerrada a partir de las 14.15 horas de esta tarde (hora española) la última sesión de esta VI Cumbre Iberoamerciana, para da el visto bueno a la Declaración de Viña del Mar sobre la gobernabilidad para una democracia más eficiente y participativa.
Será en esta sesión a puerta cerrada cuando los mandatarios debatan los asuntos más importantes que están sobre la mesa en la actualidad iberoaméricana.
Sin duda, la pólemica entre el Gobierno español y el cubano, a la hora de mantener una línea dura que pueda hacer que el Ejecutivo cubano cumpla los compromisos que firme la declaración final, estará encima de la mesa.
l consenso para conseguir el documento final no ha sido fácil. Además, se quiere controlar que los 40 acuerdos de cooperación que recoge el segundo documento de esta declaración se cumplan, como demostración útil y necesaria a los ciudadanos de que estas cumbres sirven para algo.
En el tercer documento de Viña del Mar, que recoge asuntos de especial interés, los países iberoamericanos van a condenar la ley norteamericana Helms-Burton, congelada en estos momentos por el Gobierno de Bill Clinton pero qu pretende sancionar a las empresas que comercien con el Gobierno cubano.
Todo el montaje de la cumbre se desplaza desde Santiago de Chile a Viña del Mar, a unos 100 kilómetros al norte de la capital del país, para mantener en Chile el equilibrio de los poderes, ya que en esta zona, en Viña del Mar y en Valparaiso, es donde está el poder legislativo.
La cumbre termina con Fidel Castro, una vez más, como protagonista. Ayer, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el líder cubano, a uienes el sorteo y el azar sentó juntos a esta mesa, hablaron, pero no se entendieron.
Castro manifestó su rechazo a la Fundación Hispano-Cubana creada en España, que considera anticastrista; una queja que había formulado el día anterior al rey don Juan Carlos.
La contestación del presidente español fue la misma: en España hay libertad para crear este tipo de fundaciones. José María Aznar ofreció apoyo y cooperación a Cuba en el seno de la Unión Europea, si Fidel Castro realizaba una apertura demcrática. El líder cubano contestó que no a esta apertura, porque había cuestiones prioritarias que afrontar, como una mayor justicia social en toda Iberoamérica.
Ninguno de los dos mandatarios dieron su brazo a torcer, pero la cordialidad de esta conversación, de la cual estaban pendientes el resto de mandatarios iberoamericanos, permitió un intercambio de corbatas y también la sorpresa del líder cubano al saber que Aznar fumaba habanos.
(SERVIMEDIA)
11 Nov 1996
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