La delegación española ha cedido terreno para llegar a un consenso, ya que el Gobierno belga defendía que en ningún momento se podía violar la Convención de Ginebra, que recoge que nadie puede ser discriminado por motivos de nacionalidad a la hora de conceder el asilo.

El acuerdo al que José María Aznar ha llegado con el primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, consiste en que se debe incluir al principio del protocolo una consideración que dice: "Considerando que el presente protocolo respeta la finaidad y los objetivos de la Convención de Ginebra de 1951 sobre el estatuto de los refugiados".

El acuerdo deja libertad a los Quince para admitir a trámite una solicitud de asilo cuando se violen los derechos humanos o las libertades fundamentales, o en caso de violación grave de los principios democráticos.

Existe también un cuarto supuesto por el que un Estado puede estudiar el asilo para un miembro de la Unión Europea, pero comunicándoselo al Consejo. La solicitud se atenderá siempre partiendode la base de la presunción de que es manifiestamente infundada.

En este último supuesto España también ha cedido terreno, ya que a la suposición de que la petición es supuestamente infundada, se ha añadido: "sin que afecte en modo alguno, cualesquiera puedan ser los casos, a la facultad de adopción de decisiones de dicho Estado miembro".

Bélgica va a introducir una declaración unilateral en la que afirma que, en este cuarto supuesto, procederá "al examen individual de toda petición de asilo que rovenga de un solicitante de otro Estado miembro".

Para el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, el acuerdo alcanzado crea "una situación en la que será mucho más difícil que se pueda seguir distorsionando la fórmula del asilo para proteger a terroristas, narcotraficantes o grandes delincuentes internacionales".

Abel Matutes ha insistido en que se trata de un gran adelanto, ya que aunque cada Estado tenga la libertad de admitir una demanda de asilo, se sigue partiendo de la presunción de ue no procede el derecho de asilo y se deja libertad a cada Estado para que finalmente pueda tomar la decisión. Abel Matutes afirmó tajantemente: "Lo que queremos es evitar que se use fraudulentamente la petición del asilo y así lo hemos conseguido".

Al texto se le debe añadir una declaración final en la que se lee: "El presente protocolo se aprueba sin perjuicio del derecho de cada Estado miembro de tomar las medidas organizativas que estime necesarias para que cumpla sus obligaciones establecidas po dicha convención".