El 5 de febrero de 2008 los entonces ministros de Defensa y Sanidad, José Antonio Alonso y Bernat Soria, suscribieron un protocolo de colaboración que establecía la creación de una cadena de producción de antivirales y otros medicamentos en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, con el objetivo de que puedan ser usados contra posibles pandemias tanto en España como en países del Tercer Mundo donde se produzcan emergencias sanitarias.

Dicho centro, situado en Burgos, se encargará ahora de encapsular los cerca de ocho millones de tratamientos que se llevarán hasta estas instalaciones después de la firma de un acuerdo entre el Departamento de Sanidad y Política Social, que ahora dirige Trinidad Jiménez, y los laboratorios Roche.

Según fuentes militares consultadas por Servimedia, hasta el lunes 4 no se empezará con este cadena de producción, que, según el acuerdo de hace un año, permitirá fabricar entre 8 y 10 millones de comprimidos al mes.