Estas prendas, desarrollados por la empresa española Induyco, según publica la revista especializada "Atenea", son por primera vez modulares a los que se les pueden insertar placas laterales y en la zona superior de los brazos para evitar que un posible disparo lateral alcanzase el corazón del combatiente. También cuentan con placas balísticas de última generación que han sido desarrolladas por otra empresa española Fedur.

Esta publicación de referencia en seguridad y defensa afirma que los chalecos incorporan una mayor superficie de protección para el combatiente; se han confeccionado en colores árido y boscoso, para adecuarse a las condiciones del terreno en el que se desarrolla la misión (por ejemplo, Afganistán o Kosovo, respectivamente).

Además, indica que los chalecos son bastante ligeros (pesan menos de 5 kilos), teniendo en cuenta la gran cantidad de medidas de protección que incorporan; son totalmente modulares (se les puede añadir o quitar protección balística, en función de la situación operativa); y su tejido es, por primera vez, transpirable.

Con ellos se pretende dotar a todo el personal destacado en misiones internacionales, aunque su distribución ha comenzado por Afganistán, al tratarse de la zona de operaciones de riesgo más alto para los militares españoles.

Según "Atenea", antes de ser enviados a Afganistán, estos chalecos han superado pruebas de control de calidad y balísticas en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia, en Villaverde, y en el Polígono de Experiencias de Carabanchel, ambos situados en Madrid.