El director general del Servicio Militar, Laureano García, eclaró a Servimedia que todavía no es posible concretar la cuantía del incremento, ya que forma parte del proceso de debate y análisis en el que se encuentra el Anteproyecto de Presupuestos de 1995.

Laureano García recordó que la Ley del Servicio Militar de 1991 señala que los soldados recibirán una asignación para gastos personales y gratificaciones en función del servicio que desempeñen.

El director general indicó que la intención del Gobierno es aplicar lo antes posible ambos apartados de la ly, aunque insistió en que ello depende de la disponibilidad presupuestaria del departamento de Defensa.

"Hay que ser realista", agregó, "ahora mismo no se dispone de presupuesto suficiente para implantar ambas cosas. Ante esta situación, consideramos prioritario el segundo punto al que hace referencia la ley: gratificar a aquellos que están más lejos de su residencia familiar, los que tienen una mayor responsabilidad y los que desempeñan unos cometidos más difíciles".

El objetivo de la medida es ue la "mili" no suponga una carga económica añadida a la familia. "El Estado", explicó el director general, "está legimitado para imponer determinadas obligaciones a los ciudadanos, pero está obligado asimismo a que esas obligaciones se desarrollen en las mejores condiciones posibles".

"ASIGNACION SIMBOLICA"

Laureano García reconoció que la asignación que reciben en la actualidad los soldados de reemplazo (1.500 pesetas) "no es ni siquiera simbólica", pero añadió que "el Servicio Militar no es una atividad laboral retribuida que se asocie a un salario, el concepto por el que se guie esta actividad no puede ser salarial, sino un servicio de solidaridad, y sería deseable que fuese altruista, al interés general".

Respecto a la posibilidad de instaurar en España un Ejército profesional, señaló que un modelo mixto similar al que tienen en Francia, Italia y Alemania es el único viable en nuestro país.

El director general del Servicio Militar apuntó que cuando la Prestación Social Sustitutoria (PS) quedé plenamente establecida y los jóvenes no tengan la menor duda de que ser objetor de conciencia acarrea, inevitablemente, la realización de una prestación social efectiva, el debate sobre el modelo de Ejército decaerá.

Asimismo, Laureano García insistió en la necesidad de alcanzar a finales de la actual década, o principios de la siguiente, unas Fuerzas Armadas integradas por 180.000 militares distribuidos entre los tres ejércitos (la mitad que en 1984).

El 55 por ciento de ese contingente umano serán profesionales (alrededor de 40.000 cuadros de mando y aproximadamente 50.000 de tropa y marinería) y el 45 por ciento restante (unos 80.000) soldados de reemplazo.